Buenos Aires, 26 de junio. El ministro argentino de Economía, Amado Boudou, elegido como candidato a vicepresidente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para acompañarla en las elecciones del 23 de octubre próximo, fue quien propuso en 2008 recuperar los Fondos de Pensiones privatizados en los años 90, y produjo los pasos más importantes a nivel económico-social de esta administración.

Boudou, un economista de 45 años, formado en la Universidad Nacional de Mar del Plata, hizo una maestría en el Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), creado en 1978, por tanques del pensamiento neoliberal locales.

Ligado a sectores derechistas en esos años, fue cambiando sus posiciones y estuvo en varios cargos estatales y especialmente en la seguridad social (Anses), desde donde diseñó la factibilidad de importantes proyectos del actual gobierno.

Sus denuncias sobre el hecho de que las administradoras privadas de fondos previsionales provocaron un mayor endeudamiento del país y que nunca cumplieron con las inversiones previstas, a pesar de lo que recibieron del Estado, fueron una definición de sus cambios en los últimos años.

Boudou asumió el 8 de julio de 2009 en Economía y en ese cargo logró cerrar exitosamente la segunda fase del canje de la deuda externa y encaró una negociación muy dura con el Club de París, que sigue abierta, entre otras acciones.

Es el hombre que encarna una concepción política de la economía, dijo la mandataria y añadió: necesito a mi lado a alguien que no tenga miedo a las corporaciones al anunciar su decisión rodeada no sólo de su gabinete y legisladores, sino de movimientos sociales, sindicales, organismos de derechos humanos, jóvenes, artistas, intelectuales de la llamada Carta Abierta, entre otros.

Gracias a la recuperación de estos fondos estatales se logró armar la ingeniería de la Asignación Universal por hijo, que regresó a la educación y la salud a más de medio millón de niños y sacó de la extrema pobreza a millones de familias, lo que fue reconocido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En los últimos tiempos Boudou recibió apoyo en su idea de postularse para jefe de gobierno de esta ciudad de los socialistas aliados al gobierno, encabezados por Jorge Rivas y Óscar González, el Partido Humanista y grupos radicales progresistas, que apoyan a Fernández de Kirchner.

En 2008 el ex presidente Néstor Kirchner consideró que Boudou se había transformado en un dirigente político cuando diseñó la recuperación de los aportes previsionales que estaban en manos de los bancos.

La mandataria se adelantó a cualquier tipo de recelos con respecto al pasado de Boudou, al advertir que además de confiar en las cualidades personales de Amado, lo he valorado porque lo importante no es haber pensado siempre y haber tenido la misma orientación toda la vida. Lo importante es saber cambiar cuando el mundo cambia.

Entre otras cualidades de su candidato, la presidenta señaló la lealtad, que no es una lealtad personal sin contenido sino la identificación del proyecto colectivo. Y la otra es la valentía que hay que tener para ejercer esa lealtad, dijo.

Esta decisión llevó a la prensa a recordar la experiencia vivida por la mandataria con el actual vicepresidente Julio Cleto Cobos, de una línea disidente de la Unión Cívica Radical (UCR) invitado a conformar el frente transversal y quien logró llegar a ese cargo por el oficialismo al que traicionó en los días difíciles del paro de patronales agrarias, que entre marzo y julio de 2008 montaron un escenario destituyente en el país.

Su voto negativo al proyecto gubernamental de aumentar los impuestos a la exportación de soya, para utilizarlo en proyecto sociales, fue un golpe para el gobierno, pero Cobos continuó en su cargo, en una posición de dudosa ética como un opositor militante, con esperanzas presidenciales, que se han diluido como las varias alianzas opositoras en el país, sostenidas esencialmente por poderosos grupos mediáticos, que han incrementado sus duros ataques contra la mandataria. .

Fernández de Kirchner recordó que la figura del vicepresidente ha adquirido importancia por los atributos imprescindibles que debe tener: en primer lugar, la lealtad, pero además la valentía para ejercitar esa lealtad, para profundizar el modelo que hemos desarrollado desde 2003.

También dio otro paso importante al colocar a la cabeza de la lista de diputados nacionales al viceministro de Economía Roberto Feletti, un hombre ligado hace años a un instituto de investigaciones de la Central Argentina de Trabajadores y en el Senado al actual jefe de gabinete Aníbal Fernández.