No les dan vacaciones, entre otras quejas
Sábado 2 de julio de 2011, p. 35
Trabajadores de limpieza de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México denunciaron abusos y maltrato por el personal de Fejastec, empresa de terciarización.
Hombres y mujeres que pidieron anonimato para evitar represalias, contratados para hacer labores de limpieza, aseguraron que no han tenido vacaciones, pues cada doce meses vuelven a ser contratados como si fuéramos nuevos
y, por lo tanto, sin derecho a vacaciones, hasta que transcurra un año
.
Los empleados, que sólo tienen un día de descanso a la semana, revelaron que desde hace unos meses perdieron el derecho de 15 minutos de tolerancia para comenzar su jornada laboral, por lo que ahora si checas un minuto después, te dan dos opciones: regresarte a tu casa y perder el pago de dos días, o quedarte a trabajar y perder sólo un día de salario
.
En caso de que un empleado falte, sus labores se distribuyen entre el resto del personal, sin que se les reparta el jornal.
Los trabajadores –muchos de ellos de edad avanzada– indicaron que en meses pasados han corrido a mucha gente
, sin que hayan hecho nuevas contrataciones, por lo que si nos tocaba un área de limpieza, ahora tenemos hasta seis
.
En el caso del personal que asea oficinas, de limpiar una pasaron a limpiar cuatro o cinco
. Todo, por 94 pesos diarios, es decir, unos mil 400 pesos a la quincena.
Fuentes aeroportuarias informaron que el personal del área de limpieza es muy fluctuante, aunque en promedio laboran unos 700 trabajadores en ambas terminales, quienes cubren tres turnos.
En 2009, Fejastec ganó la licitación para efectuar servicios de limpieza general por el periodo de dos años en la Terminal 1, por 93 millones 928 mil pesos.
Respecto de las herramientas de trabajo, dijeron que la empresa sólo les da un overol cada año y no les proporciona calzado adecuado.
Una señora, cuya área de limpieza son los sanitarios, dijo que el material que les dan está rebajado
, como el cloro o el jabón para manos.
También dijo que la empresa incurre en irregularidades como no dar de alta a todo el personal ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, y a quienes sí inscriben, agregó, cotizan con el salario de sesenta y tantos pesos, cuando ganamos poco más de 90
.
Además, denunciaron, los supervisores “son muy prepotentes, pues cuando nos quejamos por las condiciones de trabajo nos dicen: ‘pues si quieres; si no, te largas. Hay muchos que pueden venir en tu lugar’. Saben que necesitamos el trabajo”.
La empresa se negó en varias ocasiones a recibir a este diario para ofrecer información respecto de la situación de sus empleados.