El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) replanteó su propuesta para superar la crisis financiera del organismo y ahora se limita a cinco acciones de reforma estructural, las cuales, de adoptarse al mismo tiempo, prácticamente eliminarían el déficit global, que actualmente asciende a 13.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de 2011, dice.

Tres de las medidas implican aumentos en las aportaciones del gobierno federal y ninguna se refiere a elevar las cuotas obrero-patronales, como recomendaba el instituto todavía el año pasado.

En el Informe sobre la Situación Financiera del organismo 2010-2011 presentado el pasado miércoles al Congreso de la Unión y al Poder Ejecutivo, las autoridades reconocen que el aumento del empleo reportado oficialmente para 2010 fue totalmente insuficiente para ayudar en la solución de los problemas económicos de la principal institución de seguridad social del país.

Aunque el número de afiliados subió 5.7 por ciento, el salario base de cotización estuvo por debajo del reportado en 2008. Así, las cuotas obrero-patronales se incrementaron de manera modesta, en 2.9 por ciento, señala el documento, mientras que, como resultado de la transición demográfica y epidemiológica, las presiones sobre las finanzas institucionales siguen en aumento.

En relación con el envejecimiento poblacional, advierte que entre 2000 y 2010 la población mayor de 65 años de edad aumentó a una tasa de 53 por ciento y la de 15 a 44 años se elevó en 4.3 por ciento, lo que explica el incremento en el gasto para la atención de enfermedades no transmisibles como diabetes, afecciones cerebrovasculares, hipertensión arterial y tumores malignos.

Carga por el RJP interno

En lo que sí insiste el informe es en señalar la carga financiera que representa para el IMSS el cumplimiento de las obligaciones laborales del régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) de sus propios trabajadores, cuyo pasivo asciende a 1.8 billones de pesos de 2010. Sólo el año pasado significó la erogación de 702 mil 139 millones de pesos.

Aunque el reporte no plantea ninguna reforma en este rubro, recuerda que en 2009 y 2010 el instituto utilizó los recursos del fondo para el cumplimiento de obligaciones de carácter legal o contractual para completar el pago de la nómina del RJP, con lo que el saldo al 31 de diciembre pasado era de 33 mil 706 millones, y estima que dicho fondo se agotará en 2012.

También destaca que con base en proyecciones para los próximos años, los ingresos del IMSS seguirán siendo insuficientes para solventar sus necesidades en la prestación de servicios médicos, así como para las obligaciones de tipo laboral.

Por ello, los directivos del organismo proponen la adopción de esas cinco reformas estructurales: reacomodar la distribución de las cuotas obrero-patronales, a fin de que la prima del seguro de invalidez y vida (SIV) pase de 2.5 a 1.75 por ciento del salario base de cotización, y el sobrante (0.75 por ciento) se pase a los gastos médicos para pensionados (GMP).

De esta forma, la prima de contribución de GMP pasaría de 1.5 a 2.5 por ciento del salario base de cotización. El informe puntualiza que esta medida no implicaría modificaciones en las aportaciones de empresas y trabajadores y tampoco tendría repercusión en la situación financiera global del IMSS.

La propuesta deriva de valuaciones actuariales que indican la suficiencia presupuestal del SIV para los próximos 50 a 100 años.

Una segunda reforma es el ajuste de las cuotas del seguro de salud para la familia, el cual reporta un déficit de 4 mil millones de pesos. El IMSS propone que la ley faculte al consejo técnico para determinar el importe de las cuotas. Actualmente sólo se incrementan en forma anual y con base en la inflación.

El Seguro Social también propone que el gobierno federal incremente su contribución para el seguro de salud para estudiantes (SSE) y ubicarla en el equivalente a 7.485 por ciento de un salario mínimo general vigente en el Distrito Federal por cada estudiante.

El monto actual proveniente de las finanzas públicas ya reporta un déficit, pues sólo cubrirá 26.7 por ciento de los gastos estimados para este año. El déficit ascenderá a 4 mil 810 millones de pesos. De mantenerse la actual situación, para el año 2030 el faltante ascendería a 6 mil 641 millones de pesos y se tendría que echar mano de los recursos de las cuotas obrero-patronales para atender la demanda de servicios, indica el informe.

Otra de las propuestas también sería con cargo al erario para aumentar el financiamiento del GMP a un nivel equivalente a la aportación que realiza para el seguro de enfermedades y maternidad (SEM).

Finalmente, el informe plantea que el gobierno federal absorba la mitad de los gastos estimados para seis enfermedades de alto costo: diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia renal, cáncer cérvico-uterino, cáncer de mama y VIH/sida.

En 2010 estos padecimientos absorbieron 53 mil 392 millones de pesos, es decir, 26.5 por ciento del gasto corriente del SEM. La medida propuesta solucionaría los problemas financieros del SEM y en conjunto las cinco reformas bajarían el déficit global del IMSS de 13.3 a 3.3 por ciento del PIB.