El músico integró Buenavista Social Club en su etapa estelar; obtuvo un Grammy en 2004
insustituible guitarrista de Cuba, murió ayer
Poseía una concepción orquestal que unía todos los timbres, ritmos y armonías
, declaró el investigador Radamés Giro
Al son se le han agregado instrumentaciones, pero la esencia no se ha perdido
, compartió en su momento quien también fue arreglista del cuarteto Los Zafiros
Sábado 9 de julio de 2011, p. 7
La Habana, 8 de julio. Manuel Galbán fue un guitarrista fuera de lo común, que no usó el instrumento como la agrupación de seis cuerdas, sino con una concepción orquestal que unía todos los timbres, ritmos y armonías; su muerte es una gran pérdida para la música cubana
, dijo a La Jornada el investigador Radamés Giro.
Galbán murió aquí, este jueves, a los 80 años. Fue el guitarrista de Buenavista Social Club, cuando esa banda de veteranos ya casi extinguida tuvo su etapa estelar, hará una década. En 2004 ganó el Grammy de pop instrumental por Mambo Sinuendo, disco en el que sostiene un duelo de virtuosismo con el británico Ry Cooder.
Pero Galbán es más conocido como el acompañante y arreglista de Los Zafiros, célebre cuarteto vocal de los años 60, famoso por las armonías y falsetes que los hacían una especie de versión latina de Los Platters.
Fue con Los Zafiros donde demostró toda su valía, con el trabajo nada fácil de acompañar esas cuatro voces
, recordó Giro. Sus combinaciones daban la sensación de que uno estaba escuchando a una orquesta; esto se puede confirmar fácilmente al escuchar sus grabaciones. Su concepto de acompañamiento y su versatilidad lo hacen uno de los grandes guitarristas de este país, a estas alturas, insustituible. De ese corte no hay otro guitarrista en Cuba.
Nacido en el puerto oriental de Gibara, Galbán vino a la capital donde se unió a Los Zafiros, con los que estuvo hasta que el cuarteto se desintegró después de 10 años. Formó su propio grupo y más tarde se unió a la Vieja Trova Santiaguera de Reinaldo Hierrezuelo (Rey Caney). Finalmente estuvo entre los veteranos de Buenavista y de Afrocuban All Stars.
Otros cuatro cantantes formaron una nueva versión de Los Zafiros en los años 90 y Galbán trabajó con ellos, emitiendo el visto bueno final a los arreglos.
Galbán ganó su Grammy en la misma ocasión en que otro de los pilares de Buenavista, Ibrahim Ferrer (1927-2005), se llevó uno por Buenos hermanos. Aquella vez, el guitarrista compartió con este diario sus claves sobre la pervivencia del son.
La clave está en que conservamos la armonía, aunque tengamos arreglos más modernos
, dijo Galbán entonces. El son no se ha perdido. Se le han agregado otras instrumentaciones, pero la esencia no se ha perdido...
–¿Cuál es el secreto de su guitarra en el son?
–En el son la guitarra es convencional, de caja. Yo tengo mucho cuidado cuando toco mi guitarra eléctrica, porque hay veces que lo hago para imitar el tres. No sólo acompaño los acordes, sino que hago el tres para no separarme del son.
Ibrahim y Galbán celebraron juntos ese Grammy. Entre muchas, aquel día de fiesta descubrieron una más de sus afinidades: la pieza favorita de ambos era Perfume de gardenias.