Alertan ante posibilidad de crisis humanitaria por la falta de vacunas
Sábado 9 de julio de 2011, p. 30
Bengasi, 8 de julio. Representantes del gobierno de Muammar Kadafi y de los opositores armados están en conversaciones con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para aliviar el impacto de las sanciones impuestas por las potencias a Libia, y evitar una escasez de medicamentos y otros bienes de primera necesidad, según informes dados a conocer aquí.
Fuentes de la ONU indicaron que representantes de la disidencia libia y de Kadafi mantuvieron la semana pasada conversaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que se levanten sanciones a un cierto número de bienes y cuya ausencia está afectando a la población en general.
El encuentro de Ginebra con la OMS, una agencia de la ONU, forma parte de un movimiento más amplio para impedir que las sanciones financieras impuestas al gobierno y los bancos de Libia provoquen una grave crisis humanitaria. Dichas sanciones han sido impuestas principalmente por países europeos y Estados Unidos para socavar al gobierno libio y apresurar su derrocamiento.
Organizaciones de ayuda humanitaria en Libia indicaron que había escasez de productos básicos, como por ejemplo las vacunas.
Esta semana el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al gobierno libio detener los combates y mejorar las condiciones humanitaria en el país. Por su parte, las potencias que atizan la guerra también han reclamado a Trípoli permitir la ayuda humanitaria, pero sobre todo para auxiliar al bastión opositor en Bengasi.
Semanas atrás, por ejemplo, Francia entregó armas a los opositores –pese a la prohibición en ese rubro– y aprovechó para proveerlos de alimentos y medicinas.
Mientras, Kadafi volvió a lanzar amenazas de atacar Europa en respuesta a los bombardeos que a diario lanza desde hace más de tres meses la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra su país e insistió en que su gobierno no caerá, en un nuevo mensaje en audio emitido por la televisión estatal y dirigido a miles de sus partidarios reunidos en la Plaza Verde de Trípoli.
Afirmó que el pueblo libio no tiene problemas
, que las potencias coloniales
lo que quieren es controlar el petróleo de Libia, y afirmó que presentará cargos contra la OTAN y la Unión Europea. A su vez, el predicador Ali Abu Swah acusó de títeres
, ante miles de fieles, a los opositores por permitir la intervención de Occidente.
Reportes de prensa señalaron que los opositores armados avanzaban lentamente hacia Trípoli, mientras seguían esperando apoyo de la OTAN para lograrlo. Sin embargo, las fuerzas leales libias atacaron a los alzados cerca de Misurata y les causaron 16 muertos, incluidos tres civiles, y 39 heridos.