Un día después de haber ganado el Mundial Sub-17, los 21 jugadores del Tri y cuerpo técnico fueron recibidos por el presidente Felipe Calderón, quien agradeció la alegría ofrecida a México, que no va a ser el mismo después de este triunfo.

En una visita a Los Pinos que se programó de última hora, el mandatario explicó que los seleccionados nos han recordado lo mucho que vale nuestro país, lo mucho que vale nuestro México, cuyo nombre y cuyos colores a todos nos emocionan. La gran alegría y la gran esperanza, y la gran confianza en nosotros mismos, que nos han dado y que nos han restituido, estoy seguro, a todos o a buena parte de los mexicanos.

Se declaró convencido de que México no va a ser el mismo después de este título mundial. Hay muchas cosas que hacer, desde luego los problemas siguen, pero creo que tiene que cambiar. Y esa es la responsabilidad de todos los que estamos fuera de la cancha. Tiene que cambiar la manera como enfrentamos las cosas, debe haber un espíritu distinto y mejor, enfatizó.

Antes de posar sosteniendo la copa junto con el capitán del equipo –Antonio Briseño–, Calderón declaró que ahora que somos bicampeones del mundo en la Sub-17 esta conquista se prolongue, y cuando vayan a otras categorías y sean titulares de la selección nacional se pongan desde ahora en mente y visualicen muy bien ser monarcas del orbe otra vez, señaló.

Desde la mañana, en una ceremonia en Los Pinos, el Presidente recomendó a los mexicanos igualar y aprender mucho de la garra, del coraje, del tesón y de la perseverancia de estos jóvenes.

En su encuentro en las escalinatas de la residencia Miguel Alemán, que ocurrió a las 13:30 horas, agradeció a Raúl Gutiérrez, a quien dijo que quienes pasan de los 17 años hace mucho que se acuerdan de él y ahora lo ven en su gran labor como entrenador. “Muchas felicidades, Potro, por este gran mérito”.

Para el mandatario el domingo fue un día muy emocionante para todos los mexicanos, y enunció los logros de los jóvenes futbolistas para triunfar en la Copa del Mundo que tocó a México organizar este año.

Después de hacer casi una narración del partido, comentó: “Qué maravilla y qué privilegiados somos los mexicanos de ganar en nuestra propia casa, en el estadio que, entiendo, sigue siendo el más grande del mundo, y ver ese gol del capi Briseño, que nos volvió el aliento a todos”.

El técnico Raúl Gutiérrez relató que antes del encuentro explicó a sus pupilos el concepto de héroe y en el estadio Azteca lo pusieron en práctica: por eso estamos orgullosos de este grupo de muchachos.

Briseño, capitán de la escuadra tricolor, comentó que esta victoria es ejemplo de que el país tiene grandes virtudes en todo y que los mexicanos somos grandes personas, primero que nada, y grandes deportistas.

Decio de María, quien acudió en representación de Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, resaltó que en ese grupo de jugadores hay mexicanos altos, bajos, morenos, blancos, de ojos de distinto color, que viven en Estados Unidos o en Argentina, pero representan, sobre todo, el capital del país: sus jóvenes”.