Decir que hoy en México hay buenas compañías de danza no es cierto, dijo la crítica de arte Raquel Tibol durante una conferencia magistral, y agregó que en el país hay muchos grupos, y qué bueno que los hay, pero tienen el peso negativo de danzas de hace 200 años, en referencia al predominio de lo clásico sobre lo moderno y contemporáneo.

Tibol dictó la tarde del martes la charla Del verbo nació la danza II, como parte de las actividades finales de la exposición Imagen, ritmo y movimiento: escenarios plásticos de música y danza, que concluirá el día 24 en el Museo Nacional de Arte (Munal).

Hizo un recorrido desde principios del siglo XX para rastrear el surgimiento y desarrollo de la danza en México, en la que mencionó reflexiones precursoras de intelectuales como José Vasconcelos y, sobre todo, Alfonso Reyes.

También mencionó figuras de México e internacionales, como Nellie Campobello, Guillermina Bravo, Isadora Duncan, Anna Sokolow y Pina Bausch, a directores como Seki Sano o compositores como Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Blas Galindo, y a promotores como José Barros Sierra y Celestino Gorostiza.

Puso como ejemplo que el reality show sobre danza, transmitido por televisión y cuya final fue en el Palacio de Bellas Artes, no se hizo sobre danza contemporánea o ni siquiera sobre moderna. Y agregó: “Eso de estar aferrado (a lo clásico) es culpa del público, porque corre a ver El lago de los cisnes, corre a ver La Cenicienta y todo eso. Es el público el que es un peso muerto que impide a los grupos experimentar, porque hay algunos que han trabajado cosas muy interesantes, dentro de sus limitaciones de presupuesto. Y si lo hacen, es fuera de Bellas Artes, porque ahí predomina lo clásico”.

Raquel Tibol, durante su disertación Del verbo nació la danza II, en el Museo Nacional de ArteFoto Carlos Cisneros

Siempre bailan lo mismo

Al referirse a la reciente gala en Bellas Artes sobre el coreógrafo ruso Balanchine, a cargo de la Compañía Nacional de Danza, comentó: Siempre bailan lo mismo, aunque le ponen distinto título. No bailan la cabeza con los pies ni la cadera con las manos.

Sin embargo, sin poder recordar al director específico de Danza de Bellas Artes, Tibol mencionó como una de las mejores compañías a la de esa gestión, debido a que hizo danza-teatro.

Dijo que entre los bailarines que más se han esforzado por hacer una danza nueva figura Tania Pérez-Salas, pero no está totalmente formado su cuerpo para la gran danza, que es de una dificultad brutal. Y recordó de nuevo reflexiones de Reyes en las que el humanista hablaba de un diálogo que debe haber entre las diferentes partes del cuerpo humano.

También habló de la danza actual, como los ballets rusos, de gran nivel técnico pero también anclados en lo clásico. Lo último más grande que se vio en México, dijo, ha sido a Pina Bauch.

“¿Por qué es grande Pina Bauch? Porque comprendió que no se podía competir con los muchachos que bailan en la calle breake dance. ¡Es casi imposible que un bailarín de escenario haga eso!”