El pleno del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) destituyó el 6 de julio al juez primero de distrito en materia administrativa, con sede en Guadalajara, Jalisco, Luis Alberto Ibarra Navarrete, tras haber concluido que realizó una serie de actos que afectan directamente el ejercicio de la función jurisdiccional que le fue asignada, y que se consideraron graves.

Mediante un comunicado, la dependencia informó que en el contexto de diversos ordenamientos, entre ellos la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, realizó una investigación sobre el desempeño de Ibarra.

La conclusión fue que dicho magistrado demostró una notoria falta de interés y profesionalismo, ya que delegaba sus funciones de juzgador en los secretarios y actuarios a su cargo para retirarse temprano del juzgado y no regresar a trabajar.

Lo anterior provocaba, de acuerdo con el CJF, que la toma de decisiones en los asuntos de su exclusiva competencia fuera delegada en personas no capacitadas para ello, y los funcionarios adscritos a su cargo además fueron objeto de malos tratos y amenazas.

Además de todo ello, propició la distracción de recursos materiales y humanos para un objeto distinto al de la labor jurisdiccional, puesto que encargó al personal bajo su mando la elaboración de medios de defensa para impugnar el cambio de adscripción de su hermana, una magistrada de la primera sala del tribunal federal de justicia fiscal y administrativa.

Este se trata del cuarto caso de prácticas laborales negativas en los que se ve envuelto un juzgador en los días recientes, luego de que se conociera de un magistrado en materia laboral en Toluca que no fue ratificado por acosar sexualmente a sus empleados, y del juez Alberto Tovilla y su secretario Esiquio Martínez, ambos investigados por supuesto enriquecimiento ilícito.