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Se descarta que provengan de desapariciones, afirma abogado

Dan negativo pruebas genéticas a los hijos adoptivos de la dueña de Clarín
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de julio de 2011, p. 21

Buenos Aires, 16 de julio. Las pruebas de ADN de los hijos adoptivos de la dueña del diario argentino Clarín dieron negativo con 55 familias querellantes, dijo este sábado el abogado de la empresaria en una causa que busca establecer si fueron arrebatados ilegalmente durante la dictadura.

El caso tiene un gran impacto político en medio del feroz enfrentamiento que desde hace años mantienen el Grupo Clarín y el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que en las elecciones de octubre buscará otro mandato.

Se descarta que los chicos sean hijos de desaparecidos porque no coinciden con (las muestras) de ninguna familia que reclama hijos desaparecidos, dijo a Reuters Gabriel Cavallo, uno de los abogados de la empresaria Ernestina Herrera de Noble.

Para nosotros se terminó hoy el caso, afirmó.

Felipe y Marcela anunciaron sorpresivamente el mes pasado su decisión de someterse a las pruebas de ADN, tras negarse durante años a realizar los exámenes.

Cavallo afirmó que las muestras fueron cotejadas con las pruebas de 55 familias, incluidas dos que también dieron negativo a comienzos de la semana, de personas desaparecidas en 1975 y 1976.

Y agregó que esperan que la jueza termine de hacer todo el chequeo del banco de muestras, que incluye a unas 200 familias más. Sin embargo, descartó que el cotejo resulte positivo porque el resto de las muestras corresponde a familiares de chicos nacidos en los años 1977 y 1978, posterior al nacimiento de los hermanos Noble.

Los hijos de Herrera de Noble fueron adoptados por la principal accionista de Clarín hace 35 años, cuando el país era gobernado por una dictadura militar, durante la que fueron asesinados miles de opositores y militantes políticos de izquierda.

En el gobierno de facto se instauró un plan sistemático de apropiación de hijos de personas en cautiverio, asesinadas o desaparecidas, que en algunos casos quedaron en manos de represores, mientras en otros fueron adoptados por familias que desconocían su origen.