Sociedad y Justicia
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En la Feria de la Reforestación ejidatarios de San Bartolo Morelos abrieron 70 mil cepas

Deforestación cero y aumentar territorio de bosques y selvas, la meta: Semarnat

En la jornada nacional fueron plantados 4 millones de árboles; 44% no sobrevivirán

 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de julio de 2011, p. 42

Para la jornada nacional de reforestación de este domingo, en la que se plantaron alrededor de 4 millones de árboles, el gobierno federal destinó entre 5 y 7 millones de pesos. De esa cantidad se espera que 44 por ciento no sobreviva.

Casi al término de la jornada, en conferencia de prensa del titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada, y del director de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Juan Manuel Torres Rojo, se informó que se reforestarían 4 mil hectáreas en el territorio nacional.

Elvira Quesada sostuvo que no es tan importante el número de árboles que viva, sino llegar a una deforestación cero. Dijo que para los próximos 10 años se quiere acabar con la deforestación, no sólo conservar 24 por ciento de superficie de bosques y 22 por ciento de selvas que aún existen en el país, sino incrementar ese territorio.

Torres Rojo detalló que ayer se sembraron 4 mil hectáreas en 375 predios de 181 municipios. Indicó que las plantas que se utilizaron tienen un valor que va de 1.20 a 1.70 pesos.

Durante este año serán reforestadas 343 mil hectáreas con 320 millones de árboles, explicó. En lo que va de esta administración, con datos a 2010, se habían plantado mil 115 millones de árboles, con sobrevivencia estimada de 56 por ciento, mayor a la que se reporta en India o Indonesia, donde es de 50 por ciento, pero menor a la de China, que es de 65 por ciento, señaló Torres.

En la jornada participaron 128 mil personas y testigos sociales en los predios, quienes levantaron actas de certificación y validaron los trabajos realizados.

Elvira Quesada aseveró que mientras mejor estén los bosques, las selvas y los mangles del país, mejor preparados estaremos para hacer frente a los impactos del cambio climático; de ahí la importancia de seguir gestionando recursos internacionales para la conservación de los bosques, como un mecanismo de mitigación.

Pequeñas acciones para hacer grande la acción de la sociedad

Acompañados por los concheros de su comunidad, ejidatarios de San Bartolo Morelos, estado de México, dieron inicio ayer la plantación de 70 mil árboles para tratar de frenar el avance de la aridez de los suelos, ya que colindan con el Valle de Mezquital.

En la Feria de la Reforestación, que desde hace seis años lleva a cabo la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autóctonas (UNORCA) en el estado de México, Rolado Benítez, dirigente de la agrupación en la entidad, explicó que ante la creciente desertificación y avance de la deforestación, los campesinos de Acazuchitlán, municipio de Jilotepec, aceptaron reforestar su región.

Durante dicho lapso se han sembrado 360 mil árboles, la mayoría siguen vivos.

Nuestra preocupación es ayudar a resolver, desde nuestras localidades, los efectos en los ecosistemas del cambio climático. Es con pequeñas acciones y aportaciones como podemos hacer grande la acción de la sociedad rural desde su área de influencia.

Comentó que la Fiesta de la Reforestación –como los campesinos decidieron denominar esta actividad– se ha hecho itinerante y se ha efectuado en cuatro distintos municipios, principalmente en los que se localizan en la zona norte del estado. Nos sentimos orgullosos de ella.

Precisó que las comunidades en las que se ha realizado la feria no cuentan con aprovechamientos forestales, pues en la mayoría de los casos sus bosques prácticamente desaparecieron. Lo que pretendemos es restaurar la zonas deforestadas.

Para la jornada de ayer, entre la llovizna y el frío matinal, los campesinos hicieron esfuerzos titánicos, pues abrieron 70 mil cepas, pero la pretensión es plantar 100 mil árboles, y llevaron las plantas del vivero a las faldas del cerro, después a lomo de caballo y en los caminos más inaccesibles mujeres, niños, adultos mayores y jóvenes las llevaron en sus espaldas. Fue un ejemplo de organización y de voluntad, dijo.

Las fiestas de reforestación no han sido continuas; la primera fue en 1999. La meta es lograr que sean anuales para dejar una lección de vida y amor a los niños y jóvenes, pues ninguno de los participantes recibe algún pago.

Quienes participan saben que tres son los retos para lograr nuevamente recuperar sus bosques: el pastoreo, la caza furtiva y la tala clandestina, pero eso no los desanimó ayer para colocar en las cepas los pequeños arbustos de diversas variedades de árboles.

La fiesta no concluyó con la reforestación, sino que continuó con un concurso de dibujo para niños y mujeres, y culminó con un baile popular y la quema de fuegos artificiales en el cerro ubicado entre Atlacomulco y Villa del Carbón.