México, uno de los países con mayor peso económico: Humala
Martes 19 de julio de 2011, p. 11
El presidente Felipe Calderón defendió ante el mandatario electo de Perú, Ollanta Humala, el acuerdo comercial con ese país, porque México tiene una visión de economía libre
, y llamó al Senado a aprobar dicho instrumento, al que el PRI se ha opuesto.
Tras el encuentro entre ambos, definido por Calderón como informal
, Humala no mencionó el acuerdo comercial, del que había mostrado reservas cuando era candidato, y ofreció que ambos países se darán la mano como hermanos para enfrentar retos comunes, como la lucha contra la pobreza, la desigualdad, el crimen organizado, el narcotráfico y todo tipo de violencia.
A finales de abril Calderón provocó una polémica durante su visita de Estado a Perú, porque había expresado al entonces candidato presidencial de izquierda su preocupación por el porvenir de las inversiones mexicanas en el país sudamericano.
En esa ocasión, en un comunicado de tono inusual, se dio cuenta que el presidente mexicano resaltó ante Humala la importancia de que las partes respeten los acuerdos alcanzados, a efecto de dotar de certidumbre a los actores económicos
.
Las inversiones mexicanas en Perú se han incrementado en años recientes, principalmente en los rubros minero, de telecomunicaciones y la construcción.
Una de las empresas más destacadas es Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre en el mundo, controlada por el Grupo México.
De hecho, esta vez Humala destacó que viajaba a México –10 días antes de su toma de posesión– porque es uno de los socios más importantes que tiene Estados Unidos
y uno de los países con mayor peso económico.
Corta estancia
Su estancia fue de 12 horas y estuvo acompañado de una pequeña comitiva: Wilbert Haya, coordinador de viajes internacionales; Cynthia Rodríguez, encargada de prensa, y Jaime Herrera, su jefe de escoltas.
Después de fracasar en su primer intento de gobernar Perú debido a la campaña en su contra por su cercanía con Hugo Chávez, en esta segunda ocasión Humala amplió su baraja de contactos en el exterior. Este periplo incluyó primero una entrevista con Barack Obama en Washington, después con Chávez en Venezuela y cerrará hoy con Raúl Castro en Cuba.
Lejos del desencuentro de abril, Humala llamó ayer a Calderón querido presidente
y resaltó sus similitudes: ambos nacieron en 1962, año de buenas cosechas
, según el jefe del Ejecutivo mexicano, y prometió aumentar el intercambio comercial (de mil 400 millones de dólares) y las relaciones en el ámbito educativo.
Aunque el ambiente fue más distendido y ambos prometieron tener una relación constructiva
, Calderón enfatizó a su huesped que México tiene una visión de economía libre, de mercado, pero que entiende la acción rectora y rectificadora del Estado
.
Luego de plantear que la negociación del acuerdo de libre comercio ha llevado cinco años de negociación, hizo un respetuoso llamado, exhorto, invitación
al Senado –donde el PRI argumenta que los tratados afectan el sector agropecuario– a que lo ratifique para poder aprovechar las oportunidades comerciales.
Humala llegó a México en medio del escándalo de la visita de su hermano Alexis a Rusia para negociar, en nombre del próximo mandatario peruano, diversos temas.
En la víspera, el presidente electo tuvo que dar una entrevista a un canal de televisión, dado que había guardado silencio, y en México comentó que fue un incidente torpe
, pero sin repercusión.
Comentó que se suspendió la militancia partidista de su hermano, y aseguró haber dado un mensaje claro a su familia, que lo ha involucrado en otros escándalos, de que esto no volverá a suceder.
Pidió dar vuelta a la página, porque hay temas más importantes que resolver, como la definición del gabinete y del plan de sus primeros 100 días de gobierno.
De hecho, el próximo mandatario peruano llegó a México a las 6:30 de la mañana, por lo que aprovechó el tiempo previo a la reunión con Calderón, que fue al mediodía, para revisar nuevos nombramientos. Por lo pronto, ratificó al director del Banco Central de Perú, Julio Velarde, lo que fue celebrado por el presidente saliente, Alan García.
Cuando regresaba a su hotel, en Polanco, se le preguntó si en Cuba se iba a reunir de nuevo con el presidente de Venezuela, quien se encuentra en la isla para su tratamiento médico, y la respuesta del peruano fue: no creo, no sé
.