Sábado 23 de julio de 2011, p. 30
Cuautitlán Izcalli, Méx., 22 de julio. La tarde del 15 de septiembre de 2009, la conductora de un auto intentó esquivar un muro de contención que invadía el carril lateral izquierdo de alta velocidad del Periférico, cerca de Valle Dorado, en Tlalnepantla; por la maniobra, se proyectó contra el vehículo Astra 2003 ocupado por Martha Itzel Buenrostro García y su madre, Martha Elba García Flores.
El Astra giró como trompo, se deslizó varios metros y volcó sobre su costado derecho, donde iba Itzel, quien aun cuando llevaba puesto el cinturón de seguridad, sufrió fracturas en vértebras cervicales y en médula espinal, por lo que quedó cuadripléjica. Su madre tuvo traumatismo craneoencefálico y lesiones en tórax, fracturas en ambas muñecas y rodilla derecha.
Luis Alfonso Buenrostro Valencia, padre de Itzel, explica a La Jornada que la culpable del percance es la empresa española Obrascon Huarte Lain (OHL) –que en ese entonces construía allí el viaducto bicentenario– o segundo piso del periférico, porque la inadecuada colocación de un muro de contención en carriles de alta velocidad ocasionó el accidente
.
Desde entonces, Itzel, de 29 años de edad, vive postrada en una cama del hospital ABC. Un seguro de gastos médicos ilimitado financió ya más de 18 millones de pesos de tratamientos, operaciones y terapias médicas. Sin embargo, su padre, un modesto profesor, ha pagado más de un millón de pesos extra.
¡No quiero ser cuadripléjica del bicentenario, accidentada y abandonada!
, dice en un documento entregado por su padre, quien tuvo que dejar su empleo en el Instituto Federal Electoral para atender a su única hija y a su esposa.
Dice que ha buscado al gobernador Enrique Peña Nieto, sin éxito, para pedirle apoyo para que cubra los gastos médicos, terapias y sueldos que no percibirá ya su hija. Le demandará también un trabajo para él mismo.
Licenciada en relaciones internacionales y subdirectora de la empresa promotora de exportaciones e importaciones Proméxico, Itzel regresará en breve al departamento de la familia ubicado en Cuautitlán Izcalli, donde requerirá de equipos e instalaciones especiales, además de una enfermera las 24 horas del día.
Está lucida, puede hablar y da muestras de valentía; su esperanza está puesta en los avances de la ciencia y en el apoyo del gobierno estatal.