La inversión federal en gasto por alumno de educación superior creció de 39 mil 385 pesos en 2006 a 47 mil 939 pesos en 2010. En 2011, el presupuesto es de 91 mil 497 millones de pesos, lo que de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) es un aumento sustancial de los fondos públicos del sector.

En tanto, cifras de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) destacan que en el año 2000 el gasto federal por alumno fue inferior a 43 mil pesos; para 2002 alcanzó el pico más alto de inversión del sexenio foxista con un promedio superior a 44 mil pesos.

Sin embargo, el financiamiento cayó por debajo de 40 mil pesos a finales de esa administración. Desde 2006 hasta el inicio del gobierno actual ha mantenido un incremento constante, aunque no ha superado la barrera de 50 mil pesos, en promedio, por alumno.

Una evaluación de la subsecretaría de Educación Superior destaca que la matrícula de este nivel educativo alcanzó este año una cifra superior a 3 millones de alumnos, de los cuales 91 por ciento estudian en modalidad escolarizada.

Pese a los retos financieros, que aún son considerables para incrementar de forma sostenida el crecimiento de la matrícula, el documento destaca que 70 por ciento del aumento en la cobertura de la educación superior fue resultado del esfuerzo de las instituciones públicas, las cuales en los próximos años deberán hacer frente a una elevación constante en la demanda de ingreso.

La dependencia calcula que cumplir con la demanda de la Anuies de alcanzar 48 por ciento de la cobertura en 2020, para jóvenes en edad de cursar la universidad, demandaría incrementar la matrícula a poco más de 4 millones 700 mil, por lo que sería necesario atender alrededor de un millón 700 mil jóvenes más.

Para alcanzar esta meta, agrega el documento, es necesario que cada año crezca en 170 mil lugares en promedio la capacidad de absorción de las instituciones de educación superior. De concretarse, un millón 200 mil jóvenes podrán ingresar a alguna de las instituciones públicas de educación superior, con lo que se atendería a dos terceras partes de la nueva demanda, mientras que sólo 500 mil se matricularían en universidades privadas.

Concretar este esfuerzo, advierte la Subsecretaría de Educación Superior, significaría un esfuerzo presupuestal sostenido de entre 6 mil y 7 mil millones de pesos anuales, adicionales al techo presupuestal alcanzado hasta la fecha.

En cuanto al crecimiento de la cobertura a escala regional, destaca que es necesario fortalecer la aplicación de políticas públicas de justicia distributiva, a fin de garantizar que se impulse el crecimiento en las entidades más rezagadas, como Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Guanajuato, estado de México, Michoacán y Tlaxcala, donde menos de 25 por ciento de los jóvenes entre 18 y 23 años cursan estudios universitarios.