El perredista Arturo Núñez, quien participó por parte de su bancada en la negociación para la reforma política de 2007, al enterarse de la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) para otorgar recursos a organizaciones no gubernamentales con el propósito de promover el voto, destacó: de ninguna manera el instituto debe otorgar dinero público a ONG para ese fin; esa decisión puede ser impugnable, y espero que los partidos no hayan dado su consentimiento.

El perredista, quien fue presidente del IFE, precisó: no me parece, no estoy de acuerdo con esa decisión. Hasta donde recuerdo, la normatividad para promover la educación cívica y la cultura democrática debe hacerla directamente el instituto, y no a través de concesionarios buscar su privatización.

Núñez, uno de los actores fundamentales en la discusión de la reforma política que se discutió en esta legislatura, indicó: desde luego que la compra de promocionales en radio y televisión está totalmente prohibida, pero la promoción del voto es tarea del instituto, no vemos por qué renuncia a ella, y tampoco veo por qué tiene que repartir recursos públicos que le son asignados para hacer sus tareas.

Además, cuestionó: “¿cómo es que el presidente del IFE ‘reconoce las aportaciones’ de una organización civil como lo es Sociedad en Movimiento, que en el pasado impulsó y contrató espots en contra del candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador? No entiendo por qué se acude a quienes en el pasado enrarecieron la vida política del país”.

El senador priísta Francisco Arroyo Vieyra, también cuestionado sobre el tema, fue más directo: el IFE debe cuidar más sus actuación, se está metiendo en camisa de 11 varas; debe evitar que quede en duda su imparcialidad, y ya en el pasado se demostró el enojo de los partidos políticos al intentar legislar más allá de lo permitido por la Constitución y la propia legislación electoral.

De igual forma coincidió con el perredista: esa decisión puede ser impugnada por los partidos políticos, y yo creo que el que fue agraviado en el pasado reciente tendría la obligación de hacerlo, reclamar por qué se toman en cuenta las aportaciones de una organización que en el pasado no fue ejemplo de pulcritud y de independencia de los partidos.

El priísta aseveró al IFE le corresponde la tarea de promoción del voto, para eso tiene los tiempos oficiales. Dárselos a organizaciones de la sociedad civil pudiera prestarse para pensar que se otorgan a agrupaciones partidistas.