Luis Ramírez invirtió sus ahorros para sembrar maíz en su parcela de temporal, pues ha escuchado que hay poca oferta del grano; no osbtante, decidió correr el riesgo de que por exceso de humedad –debido a la temporada de lluvias o a una helada temprana– sus cosechas se perdieran. Para Luis el seguro agrícola es inalcanzable.

Al igual que él, la mayoría de los 5 millones de productores –poseedores de tierras de temporal– no aseguran sus siembras a pesar de que, según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), así como de Agroasemex, en el lustro pasado el seguro agrícola creció 26 por ciento anual.

En 2010 fueron aseguradas 10 millones de hectáreas, la mayoría propiedad de medianos y grandes agricultores del norte del país que poseen tierras de riego. El uso del seguro agrícola se concentra entre los grandes productores del norte y es menor entre los del centro y sur, donde se encuentran las superficies más irregulares, menos tecnificadas y menores a cinco hectáreas.

Víctor Celaya del Toro, director general de Estudios para el Desarrollo Rural de la Sagarpa, informó que este año en el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) hay una cobertura de hasta 12 mil 390 millones de pesos para atender sequías, heladas, granizadas, nevadas, lluvias torrenciales, ciclones e inundaciones en el campo, y aseguraron 8.11 millones de hectáreas, de las cuales 76 por ciento son fundamentalmente de temporal y se siembran en el ciclo primavera-verano, es decir, los cultivos de 2.6 millones de campesinos de bajos ingresos, sin acceso a seguro comercial, están protegidos.

Para productores de temporal y los menos tecnificados, el mecanismo de mayor acceso son los fondos de aseguramiento social –creados por las asociaciones de agricultores o ganaderos sin fines de lucro para sus agremiados–, las empresas privadas orientan sus recursos a los grandes productores.

De 10 millones de hectáreas aseguradas en 2010, 49 por ciento se contrató por conducto de instituciones privadas; 40 por ciento por Agroasemex, y 11 por ciento correspondió a fondos de aseguramiento. Del total de la superficie asegurada, 75 por ciento se concentró en maíz, frijol, sorgo y trigo.

Este año, además de los granos mencionados y cebada, se incorporaron azúcar, café, ajonjolí, garbanzo, haba, chile, calabaza, papa, sandía, tamarindo, tomate, árbol de hule, zarzamora, colza, piña, lenteja y melón. Además, Sagarpa extendió la cobertura del programa de manejo y prevención de riesgos en su componente atención a desastres naturales, al incluir fenómenos geológicos como terremoto, erupción volcánica, maremoto y movimiento de ladera, asentó Celaya del Toro.

También están asegurados 4.22 millones de animales (por unidad), y 720 mil productores de bajos ingresos, dedicados a la ganadería, están bajo la cobertura de aseguramiento en el país.