El gobierno federal aseveró que en los hechos ocurridos el martes en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde murieron 17 presos, podrían tener responsabilidad tanto internos del penal como servidores públicos municipales.

Al término de una reunión entre funcionarios federales y el gobernador de Chihuahua, César Duarte, el secretario de Gobernación, Francisco Blake, insistió en que las fuerzas federales no van a abandonar Ciudad Juárez ni a sus ciudadanos ante el fenómeno delincuencial que vive aquella ciudad, en respuesta a las declaraciones del alcalde juarense de que la Policía Federal saldrá pronto de esa urbe.

Blake se sumó a lo dicho antes por Alejandro Poiré, vocero del Ejecutivo para asuntos de seguridad, acerca de que la presencia de las fuerzas armadas en aquella entidad ha sido exitosa y ajustarán su presencia mientras se fortalecen las instituciones estatales.

El gobierno federal apoyará y coadyuvará por conducto de la Procuraduría General de la República (PGR) las investigaciones estatales pertinentes, en relación a los hechos en los que resultaron 17 homicidios y otros delitos, en cuya comisión podrían tener responsabilidad tanto internos del citado Cereso como servidores públicos municipales.

Gobernación subrayó lo anterior en boletín de prensa emitido al término del prolongado encuentro en el despacho de Blake, en el que además del gobernador Duarte participaron el secretario del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Miguel Alcántara Soria, y el titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Guillermo Valdés.

Los gobiernos federal y estatal reiteraron que el incidente ocurrido en el penal, así como las amenazas contra la autoridad, son una reacción de los grupos delincuenciales porque, aseguran los funcionarios, han visto mermadas y socavadas sus capacidades logísticas para delinquir, a raíz de las detenciones y desarticulación de parte de las organizaciones criminales.

El subsecretario de Gobierno de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, calificó los hechos de motín y riña dentro de un Cereso municipal y desestimó las versiones que señalan como participantes a policías federales.

La Policía Federal ya informó la participación que tuvo y la Secretaría de Gobernación no tiene ningún comentario; eso ya está siendo aclarado. Aquí lo relevante es este hecho de violencia que puede ser un intento de recobrar bríos de la delincuencia organizada, agregó.

Dijo que se realizan investigaciones no sólo sobre los internos sino también de los funcionarios del penal que pudieran estar involucrados. Este es un hecho del fuero estatal, recalcó.

Blake se reunió ayer en dos ocasiones con el gobernador de Chihuahua. En la mañana, junto con el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores y jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; el mandatario de Morelos, Marco Antonio Adame, y el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero. Por la tarde, la encerrona tuvo como propósito hacer una evaluación de la situación de seguridad en Juárez.