Viernes 29 de julio de 2011, p. 2
Los rayos ultravioletas que penetran a la Tierra debido a la perforación de la capa de ozono no sólo dañan al ser humano, sino también al fitoplancton, el cual constituye la base de la cadena alimentaria en medios marinos, afirmaron José Luis Godínez Ortega y David Hernández Becerril, académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El fitoplancton está formado casi en su totalidad por algas unicelulares microscópicas y fotosintéticas que se mueven en la parte del mar conocida como columna de agua.
De la proteína que consumen las personas, 50 por ciento es de origen marino, y más de 50 por ciento del oxígeno atmosférico proviene de los océanos, por lo que si se daña ese conjunto de organismos se altera la cadena trófica (proceso de transferencia de energía alimentaria mediante una serie de organismos), porque las algas son el alimento del zooplancton, del que a su vez se nutren peces más grandes y el hombre, alertó la UNAM en un comunicado.
Afecta la fotosíntesis
Hernández Becerril, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, explicó que la radiación ultravioleta afecta la mutación y refirió que hay estudios que demuestran que ha disminuido la fotosíntesis del fitoplancton, lo que ocasiona que los organismos dependientes empiecen a desaparecer.
El fenómeno se presenta principalmente en la Antártida, donde se halla el agujero en la capa de ozono y en la que se ha detectado alrededor de 12 por ciento de descenso de la fotosíntesis.
Godínez Ortega, del Instituto de Biología, expuso que esas algas han creado ciertos mecanismos de defensa. Por ejemplo, la acumulación de aminoácidos tipo micosporina (MAAs), que funcionan de fotoprotectores, pues absorben la radiación UVB, puntualizó.
Otra estrategia
es usar sus flagelos para moverse en busca de protección de la radiación ultravioleta.