En centros de reclusión, alta prevalencia por uso de jeringas compartidas: especialista
Viernes 29 de julio de 2011, p. 42
Se calcula que en México un millón de personas viven con hepatitis C crónica, y alrededor de 200 mil con hepatitis B crónica, situación que representa un problema de salud pública.
En el día internacional contra esta enfermedad, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática consideró que es necesario incrementar el diagnóstico temprano y llamó a la población a realizarse pruebas de detección.
Enrique Wolpert, ex presidente de la Asociación Nacional de Medicina, alertó que en los centros de reclusión del país hay alta prevalencia del padecimiento debido al uso compartido de agujas para el consumo de drogas vía intravenosa, y lamentó la carencia de programas de prevención y atención específicos.
Las vías mediante las cuales se puede contraer el virus tipo C son: sostener relaciones sexuales sin protección, transmisión de madre a hijo, realización de perforaciones o tatuajes sin asepsia y haber recibido transfusiones sanguíneas antes de 1985.
En conferencia de prensa, Wolpert señaló que el virus tipo A –que se contrae por el consumo de agua y alimentos contaminados o por vía fecal– es benigno y no requiere tratamiento, por lo que no representa un peligro para la salud; aseveró también que entre 70 y 90 por ciento de la población posee anticuerpos para combatirlo. Sin embargo, destacó que en el caso de las embarazadas se deben tener cuidados especiales para evitar complicaciones.
Por su parte, Juana Cusi, ex diputada por el Partido Acción Nacional y representante de pacientes con hepatitis ante la World Hepatitis Alliance, dijo que los virus B y C suelen ser asíntomaticos y pueden tardar hasta 25 años en manifestarse, por lo que existe el riesgo de desarrollar fibrosis hepática, cirrosis o cáncer primario si no se atiende a tiempo.
Respecto de los tratamientos disponibles para combatir el virus C, Nezam H. Afdhal, de la Universidad Harvard, aseguró que existen medicamentos que permiten curar a un porcentaje importante de las personas que viven con hepatitis C. Es necesario, continuó, que en México se lleven a cabo más estudios sobre la prevalencia de la enfermedad para diseñar programas de prevención en grupos vulnerables, como alcohólicos en rehablitación y pacientes con VIH.
Los especialistas indicaron que es recomendable que la población que presente algún factor de riesgo se haga la prueba de detección; también informaron que en los hospitales del país está disponible la vacuna contra la hepatitis B.