Deben alejarse de las prácticas que por siete décadas hemos combatido, los instruyó
construir un México libre de patanes
Sábado 30 de julio de 2011, p. 17
El presidente Felipe Calderón volvió a criticar a los gobiernos priístas –sin mencionar directamente a ese partido– al instruir a alcaldes de Acción Nacional alejarse de las prácticas que por siete décadas hemos combatido
, como son clientelismo, corrupción, opacidad, deshonestidad y dispendio.
Afirmó que cuando Acción Nacional gobierna por primera vez los municipios quizá la tarea en buena parte tenga que ser eso: limpiar y dejar que ese municipio deje de ser caciquismo y mugre y se convierta, como dijo el fundador (del PAN, Manuel Gómez Morín), en limpio servicio a la comunidad
.
Se valió de referencias bíblicas para invitar a sus interlocutores a impulsar el bien común, aunque esto implique una especie de éxodo a la tierra prometida, un largo camino en el que no faltarán, desde luego, ni los becerros de oro, ni tampoco los carros y los jinetes a los que se teme
.
Exhortó a sus correligionarios a destacar la oferta de los gobiernos humanistas que se distinguen por amar a los demás y concebir el poder como forma de hacer el bien común, a diferencia de quienes lo ven simplemente como la conquista del poder.
En reunión con la Asociación Nacional de Alcaldes de Acción Nacional, en el Campo Marte, intimó ayer a sus integrantes a hacer una autocrítica de su ejercicio para fortalecer la identidad de los gobiernos humanistas, porque en un México autoritario la modernidad política es la democracia.
Pasarela
La comida reunió a 400 alcaldes y a la cúpula partidista encabezada por Gustavo Madero, además de algunos aspirantes a la candidatura presidencial del PAN, como el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, quien aprovechó un receso para recorrer las mesas de los alcaldes y fotografiarse con algunos.
Ante ellos el mandatario expuso que los panistas se deben distinguir por la honestidad de sus gobernantes con una tesorería en caja de cristal
, la eficacia de sus decisiones, la sensibilidad con la gente, especialmente la que más sufre, y por su pasión por servir a los demás.
Para nosotros gobernar es servir. Para nosotros es amar a los demás en cierta manera, a través de acciones de bien. Y no es sólo la acción de filántropo que hace un acto de solidaridad o de caridad con un prójimo, cercanísimo e individual, sino que es la acción del ciudadano, que es capaz de la única manera de hacer bien a muchos, y muchas veces a todos los de una comunidad, a través de acciones concretas
.
Fue insistente en plantear que impulsen la transparencia en los niveles estatales, por el bien de los ciudadanos, pero también por el de ellos, para que conozcan todos los recursos enviados por la federación, que son para seguridad y servicios básicos.
Instó a los presidentes municipales a no desmayar ni titubear para construir un México donde no manden los patanes inhumanos, salvajes que asolan (sic) y aterran a las familias, sino donde manden las buenas y los buenos mexicanos que ustedes deben representar
.
Por eso insistió en depurar la policía, porque si las presidencias municipales tienen un comandante o un director de policía que, por corrupción o incluso a veces por miedo, trabaja para los criminales, nunca podrán ofrecer tranquilidad a los ciudadanos.