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El jueves estrenó Con humo en los ojos y en el corazón; se montará en París en septiembre

Dery Fazio redimensiona a la rumbera y la despoja de su condición de víctima
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de julio de 2011, p. 6

Este jueves se realizó el estreno mundial de la obra Con humo en los ojos y en el corazón, coreografía con teatro, danza y performance que resignifica la figura de la rumbera-diosa, creada e interpretada por la bailarina mexicana Dery Fazio, radicada en París y que ahora visitó el país para presentar su trabajo.

El estreno se realizó en el Foro eFeL Danse (División del Norte 412, Del Valle), como parte de un programa compartido con dos obras de la compañía La Cebra Danza Gay: Retromoda (la pasarela del VIH) y Danzón para un hombre que se convierte en sandía, con sólo cuatro funciones: jueves, viernes, sábado y domingo, a las 8 de la noche.

Con humo en los ojos y en el corazón se presentará después en París, el 23 de septiembre próximo, en el lugar conocido como La Biennale Nationale de la Danse du Val-de-Marne.

Este montaje parte de un planteamiento complejo e interesante que comienza con el origen mitológico del personaje, surgido tras el apareamiento de unos perros, el cual deviene en una rumbera-diosa y termina en la metamorfosis de una divinidad de las inmundicias que devora hombres.

–Se observa en la obra una fusión de disciplinas y géneros, pues incluye teatro, danza y performance, y también melodrama y un sentido de tragedia –se le comenta a Dery Fazio en entrevista luego de la primera función.

–El soplo fundamental de la obra es la figura de la rumbera. Vi películas, fotos y toda la documentación posible sobre ese personaje. Pero el manejo que los cineastas le dieron a la rumbera era de víctima, aunque al mismo tiempo era una heroína sobre el escenario, donde tenía el poder.

“Me preguntaba cómo lograron, en una época como la de los años 40, vencer los prejuicios de los hombres machos, de la sociedad, y empezar a mostrar partes del cuerpo. Sin embargo, el cine no me convencía completamente, porque no le daban a fondo ese valor de diosa. Y para mí la rumbera es, sobre todo, una diosa. Entonces, comencé a reflexionar cómo sería mi rumbera, y supe que tenía que ser un personaje mitológico para tener esa fuerza, que sería una fuerza mexicana.

La rumbera para mí significa mi raíz, mis costumbres, con San Antonio de cabeza, a quien le pide el amor que no llegará pero que espera, con la piñata y las semillas de los concheros, con las que se dirigen al Sol y a la Luna. Desde el principio el personaje está en el ritual, en el sentido mexicano, pero también en el sentido de rumbera-diosa.

Además, Fazio quería que su rumbera ejerciera la venganza sobre los hombres. “Como es una diosa, el hombre que osara tocarla es transformado por ella en mosca. Y para hacerlo crea un ritual que viene de la tradición y de la imagen de la mujer de los años 40, que tenía que estar en la cocina. Con el alimento ella atrae al hombre. Pero finalmente pasa de ser una rumbera seductora y bella, a una diosa de las inmundicias que crea su ropa con la carne de los hombres que ha devorado.

–¿Por qué pasar de la dimensión erótica del comienzo de la obra a esta metamorfosis?

–Lo importante de este personaje, que cuenta su historia y puede parecer un poco sórdida, es que tiene su destino marcado. Se muestra siempre contenta y con un tono de: ‘Nací del sexo entre perros’, porque aunque se hubiera resistido, finalmente su destino la hubiera atrapado.

Es un poco de sarcasmo y, al mismo tiempo, en una perspectiva contemporánea, de cómo sacarle la vuelta a la mitología, a la vez que regresar a los años 40 en México, con una niña que se transforma en mujer, en diosa, en seductora, en mosca, en ritual, en fuerza, en energía, en danza, en aire.