Viernes 5 de agosto de 2011, p. 5
La turbulencia desatada en los mercados financieros es consecuencia de la irresponsabilidad de algunos países de incurrir en sobrendeudamiento y una mala política económica; no es producto del azar o de la mala suerte, manifestó el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo.
Lo que se vive en este momento es la incredulidad de que las naciones van a poder poner en orden su casa; reducir el gasto, los programas sociales y los de seguridad y al mismo tiempo subir impuestos, porque eso tiene gran impacto sobre la sociedad y gran costo sobre las familias
, explicó el funcionario.
En el contexto de la presentación de la estrategia para mejorar las condiciones de financiamiento al sector rural
, Cordero Arroyo ponderó la situación actual de México en el desconcierto financiero mundial.
Dijo que en países como México, que cometió errores, aprendimos la lección y hemos tenido una conducción económica responsable y prudente, y no hemos caído en la tentación de sobrendeudar a la nación. En México gastamos lo que tenemos y así hemos sido capaces de incrementar nuestros ingresos y al mismo tiempo enfrentar los retos que plantea nuestra demanda
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En las instalaciones del antiguo salón de la Tesorería de la Federación, en Palacio Nacional, Cordero estuvo rodeado de dirigentes de organizaciones productoras del campo, legisladores federales y locales, y de otros tres secretarios de Estado: de Economía, Bruno Ferrari; de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda. Frente a esta concurrencia reveló que en este momento el riesgo país de México es menor al de Francia, y esto no es obra del azar
.
También enumeró los elementos de cataclismo financiero. En este preciso instante –afirmó– hay gran incertidumbre, gran volatilidad en los mercados financieros; las bolsas del mundo tienen un muy mal día, los mercados cambiarios también muestran gran incertidumbre y volatilidad, y todo esto no es consecuencia de la mala suerte, de algo no previsto, sino de una mala conducción económica, de irresponsabilidad de algunos países al llevar su política macroeconómica
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En México –señaló– hemos incrementado en más de 20 por ciento el presupuesto de educación; en más de 80 por ciento el de salud; en más de 130 las partidas para construcción de infraestructura productiva; en 100 por ciento las de seguridad y en 120 las de combate a la pobreza
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Pero advirtió que en este mundo globalizado, lo que sucede en una parte afecta a las demás, y México no es la excepción
. Ubicó como “el gran reto que debemos enfrentar en este momento el evitar que esta turbulencia financiera se traslade a la economía real con efectos importantes sobre la producción del país.
México, a pesar de que está envuelto en la misma incertidumbre que el resto del mundo, no es igual; tenemos ciertas fortalezas, hay que sacarles provecho, hay que tomar ventaja, hay que echarnos para adelante y tener confianza en el país, que está llamado a ser de grandes oportunidades
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