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Conquistar al público, un desafío, señala el cantautor, que empezará gira el 26 de agosto

Pablo Milanés cantará por primera vez en Miami, la boca del lobo

Soy un revolucionario, no soy un asalariado ni vocero del Estado

Dio conciertos en EU desde 1979, excepto en la administración de George W. Bush, cuando le negaron la visa

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El autor de Yolanda durante una actuación en el Teatro Nacional en La Habana, en 2004Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de agosto de 2011, p. 8

Miami, 9 de agosto. El trovador cubano Pablo Milanés sabe bien que su próximo concierto en Miami, capital del exilio anticastrista en el sureste de Estados Unidos, es meterse en la boca del lobo, pero disfruta el reto de conquistar ese público y lograr un entendimiento maravilloso, dijo.

Todos los creadores siempre plantean desafíos, cada proposición es un reto y éste es uno para mí, conquistar a ese público, comentó Milanés en una entrevista telefónica.

El trovador, de 68 años, hacía así referencia al millón de compatriotas exiliados en Miami, donde además viven unas 700 mil personas de otras partes de América Latina.

Es un reto llegar al lugar donde están los cubanos y que haya un entendimiento maravilloso; a partir de estos 50 años tenemos que empezar a tenerlo sin reticencias, agregó.

Milanés, conocido como músico de críticas constructivas hacia la revolución cubana, ha realizado presentaciones en Estados Unidos desde 1979, excepto durante el gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009), cuando se le negó la visa para atender invitaciones culturales.

Para su gira estadunidense, que comienza el 26 de agosto e incluirá una presentación en la Arena American Airlines, de Miami, el 27, el artista y los 13 músicos que lo acompañan ya tienen visa.

Primera vez que voy a estar en Miami por petición expresa mía, pues me invitaron a ir a la Florida y yo dije que si iba allí, iba a Miami, porque no tenía sentido para mí ir a la periferia, indicó.

El cantante de Para vivir explicó que parte de esas reticencias que quisiera que se superen es que los cubanos que viven en Estados Unidos puedan viajar libremente a Cuba.

“Reclamo desde hace un tiempo que ellos tengan el mismo derecho de visitar su país donde nacieron, mucho más que el derecho que yo tengo –y que se me ha dado– de visitar Estados Unidos”.

El cantautor confía en que esos cambios se den en la actual Cuba, presidida por Raúl Castro.

Creo que sí, pero también tiene que haber una opinión de de nosotros los intelectuales. Que se sepa oficialmente que estamos de acuerdo y hacer todo lo posible para que se dé, no esperar a que salga Raúl con la decisión tardía de admitirla, dijo en relación con los viajes de los cubanos en el exilio.

La semana pasada una decena de manifestantes atendió el llamado del grupo anticastrista Vigilia Mambisa en Miami para protestar contra funcionarios de la ciudad por permitir el uso de espacios públicos para promover el concierto de Milanés.

Los críticos de la gira también han dicho en varios medios en español que la invitación de un artista emisario de Fidel empaña la imagen de la Arena American Airlines.

Debe haber entendimiento entre connacionales, dice

Milanés admitió la existencia de determinadas voces mínimas contra su presentación, y lamentó que no hubiera unanimidad en cuanto a la necesidad de un entendimiento entre todos los cubanos.

“No importan las cosas que nos separan –nos pueden separar muchas, entre ellas las ideológicas–, pero tiene que haber al fin un entendimiento entre los cubanos, un entendimiento cultural, histórico, sentimental y eso debe expresarse mediante la cultura que me parece que es el vehículo idóneo”.

El cantante y el empresario Hugo Cancio, quien desde hace unos 20 años trae artistas cubanos a Estados Unidos, descartaron que el concierto se cancele.

Creo que los cubanos más inteligentes, los más tolerantes, los más abiertos, los más dispuestos a empezar el diálogo cultural están más dispuestos a que yo esté allí, y se va a lograr, dijo el autor de Yolanda.

Milanés atribuyó el ser descalificado por una minoría al desconocimiento sobre su persona.

Y que una minoría insignificante, no voy a decir que de ignorantes, pero sí de desconocedores de una realidad, me descalifique así, es que no conoce quién soy realmente. Soy un hombre revolucionario, de izquierda, no soy un asalariado ni vocero del Estado, deberían entenderlo, porque si me van a reprochar algo, deberían estudiar mi vida y mi carrera y saber lo que pienso y digo desde hace 20 años, concluyó.