Santiago, 16 de agosto. Un grupo de al menos 70 artistas chilenos, entre ellos pintores, escritores, cineastas y músicos, tomaron la sede del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en esta capital, en apoyo a unos 40 estudiantes de secundaria que este martes cumplieron un mes en huelga de hambre en demanda de una educación gratuita y de calidad en el país.

El vocalista del conjunto folclórico Illapu, Roberto Márquez dijo que con esa acción de fuerza quieren buscar que la comunidad internacional exprese su solidaridad con el ayuno de los escolares, además de reclamar por la indiferencia insoportable del gobierno ante las protestas por una mejor educación para la actual y las futuras generaciones.

Los estudiantes han tomado cartas en un asunto que debería ser un problema de toda la sociedad chilena, expresó, e indicó que los alumnos no van a cejar en su empeño de lograr una reforma educacional en el país.

Los artistas, que en conjunto manifestaron su indignación por la indolencia y desidia del gobierno del presidente Sebastián Piñera, señalaron que con este conflicto se está pidiendo que se escuchen sus demandas por cambios profundos en nuestra sociedad, para que el Estado garantice a todos los chilenos un sistema de educación justo, que no discrimine a niños y jóvenes de nuestro país por su condición económica.

Tras la toma, el representante del Unicef en Chile, Gary Stahl, criticó la segmentación y segregación del sistema educacional chileno. Chile, afirmó, tiene uno de los sistemas de educación más segmentados de América Latina y, de hecho, del mundo.

¿Esto qué quiere decir?: que si uno es pobre recibe una pobre educación, si es rico recibe una excelente educación, insistió.

Desde la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990), gran parte de la educación escolar en este país es pagada, así como la totalidad de la formación universitaria, con mensualidades que alcanzan hasta los mil dólares.

La clase política también comenzó a reaccionar y dirigentes del partido derechista Renovación Nacional (RN, ex pinochetistas) abogaron por la búsqueda de una salida a la crisis que mantiene paralizado el sistema educativo chileno desde hace casi tres meses.

Manuel José Ossandón, vicepresidente de RN, la organización política del presidente y empresario Sebastián Piñera, señaló en abierta contradicción con la posición gubernamental que el debate sobre el actual conflicto estudiantil debe enfrentarse en el gobierno y no en el Congreso.

Durante una reunión con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y alcaldes de la coalición de gobierno, Ossandón apuntó que el lucro debe ser tema de la discusión porque hay mucha gente que se siente engañada.

En declaraciones por separado, Lorenzo Constans, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, la máxima entidad empresarial chilena, consideró que debería haber una agenda corta de solución al problema educacional, y deseó que fuera lo antes posible.

Para Constans, la situación preocupa al empresariado chileno, no solamente por la imagen que repercute en el extranjero, sino porque hay mucha gente que se siente engañada.

Ante la falta de solución del conflicto educacional por el gobierno, estudiantes de la Universidad de Chile ingresaron a la sede del Servicio Electoral en Santiago para exigir un plebiscito. Los universitarios pidieron a esa entidad que tome las riendas y organice la consulta popular como una iniciativa de la ciudadanía y no desde la clase política.

De su lado, los estudiantes de secundaria en huelga de hambre pidieron garantías para aceptar un diálogo con el gobierno propiciado por el Parlamento. Llamamos a gritos al señor presidente a escuchar a los estudiantes chilenos, dijeron ante la prensa.

Los estudiantes descartaron el fin de semana el diálogo, pero el dirigente estudiantil Giorgio Jackson afirmó que la respuesta inicial no fue un no rotundo, si bien demandó garantías al gobierno para comenzar las conversaciones. Por más que pueda haber una buena intención, hay materias de presupuesto que no dependen de los parlamentarios, explicó.

“Si hay estudiantes que han estado dos o tres meses en la toma (ocupación de colegios), es difícil pensar que la van a dejar si se va a volver a cero, sin garantías de avances hacia sus reivindicaciones”, agregó el dirigente.

Tres de los alumnos en ayuno, de la localidad de Buin, a las afueras de esta capital, radicalizaron su postura el lunes y comenzaron a dejar de ingerir líquidos.

El ministro de Salud, Jaime Máñalich, destacó que en el caso de estos tres jóvenes, la situación es preocupante porque esta huelga de hambre es en serio. Indicó que han pedido ocho kilos de peso, tienen una sustantiva disminución de la masa muscular, presentan baja presión arterial, calambres intensos y deshidratación.

Así las cosas, el presidente de la Confederación de Estudiantes de Chile, el Colegio de Profesores y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios oficializaron ante las autoridades oficiales de Santiago su petición de autorización para marchar el jueves próximo por la Alameda Bernardo O’Higgins, la principal avenida del centro de la capital.