El crédito de la banca comercial a empresas se contrajo en junio pasado, mientras el destinado a financiar la compra de viviendas tuvo un alza marginal, dos registros que mostraron la desaceleración de la actividad económica en el país. Las utilidades de la banca privada también disminuyeron, de acuerdo con datos oficiales divulgados este miércoles.

En un entorno de menor demanda para actividades productivas, el financiamiento a familias a través de las tarjetas de crédito y los préstamos personales tuvieron un incremento no registrado desde noviembre de 2007, reportó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Los préstamos al consumo crecieron en junio a una tasa mensual de 2.17 por ciento, la más elevada en 43 meses, y de 14.77 por ciento en términos anuales, hasta llegar a 436 mil millones de pesos.

La dinámica de crecimiento de los créditos al consumo –en tarjetas de crédito y préstamos personales– fue más del triple que la registrada por la economía, que en el primer semestre de este año, según cálculos privados, repuntó a una tasa anual en torno a 4 y 4.5 por ciento.

La cartera de crédito total de la banca privada en el país se situó en junio de este año en 2 billones 241 mil 493 millones de pesos, de acuerdo con la información de la CNBV. La cifra fue superior en 11.62 por ciento a la registrada en igual mes de 2010. Esta variación implicó que en esos 12 meses los bancos privados aumentaron el crédito a las diferentes actividades y sectores de la economía en 233 mil 444.3 millones de pesos, según los datos oficiales.

Prácticamente uno de cada cuatro pesos de nuevo crédito en estos últimos meses ha sido canalizado para el consumo de las familias, un renglón de financiamiento que había comenzado a disminuir desde antes de la crisis de 2008, que se paralizó a partir del otoño de ese año y que en los meses siguientes mostró variaciones negativas de dos dígitos.

La tendencia ha variado. La cartera de crédito de la banca comercial al consumo se situó en junio en 436 mil 245.2 millones de pesos, 14.7 por ciento más que en el mismo mes de 2010, según los datos ofrecidos ayer por la CNBV. En esos 12 meses el financiamiento bancario al consumo sumó 56 mil 124.8 millones de pesos, cantidad que equivale a 24.04 por ciento del monto en que aumentó la cartera total de préstamos en el periodo de referencia.

En particular en tarjetas de crédito, los usuarios de este tipo de instrumento recibieron hasta junio pasado financiamiento por 218 mil 778.8 millones de pesos, cantidad que superó en 4.4 por ciento a la registrada en junio de 2010. En los 12 meses de referencia, el saldo de la cartera de crédito en tarjetas creció en 9 mil 332 millones de pesos.

El financiamiento a actividades productivas tuvo una evolución modesta en términos anuales, y negativa si se la compara con el registro del mes anterior. Un contraste total con la tendencia del crédito al consumo.

La cartera de crédito a empresas se situó en junio en un billón 21 mil 502.6 millones de pesos. Es una cantidad que superó en 10.2 por ciento a la registrada en el mismo mes de 2010. Si la comparación se hace respecto a mayo, en cambio, ocurrió una disminución en el financiamiento de la banca privada a empresas de 4 mil 176 millones de pesos, variación negativa en 0.40 por ciento, de acuerdo con la CNBV.

En el financiamiento a la vivienda la cartera de crédito se situó en junio pasado en 394 mil 897 millones de pesos, cifra superior en 13 por ciento a la del mismo mes de 2010 y que significó un aumento de sólo 0.8 por ciento respecto de mayo pasado.

La banca privada que opera en el país acumuló en el primer semestre de este año ganancias por 35 mil 277.5 millones de pesos, una disminución de 5.37 por ciento en comparación con las obtenidas en el mismo periodo de 2010, cuando fueron de 37 mil 282.3 millones, añadió la CNBV.