El Departamento de Justicia indaga si analistas de la firma iban a dar estimaciones más bajas a títulos hipotecarios pero fueron desautorizados por directivos
Viernes 19 de agosto de 2011, p. 4
Nueva York, 18 de agosto. El Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga si la agencia de calificación Standard & Poor’s evaluó inadecuadamente decenas de bonos hipotecarios cuyo hundimiento condujo a la crisis financiera de 2008, de acuerdo con un reporte publicado este jueves por el periódico The New York Times, el cual citó fuentes familiarizadas con el asunto.
El diario indica que el gobierno indaga si analistas de S&P, la calificadora estadunidense más influyente, querían dar calificaciones más bajas a los títulos respaldados por hipotecas, pero su estimación fue rechazada por los directivos de la compañía.
De acuerdo con el reporte del diario, la investigación comenzó antes de que S&P bajara la calificación de la deuda a largo plazo de Estados Unidos de AAA a AA+, decisión que tomó el pasado 5 de agosto y que arrastró a los mercados bursátiles en todo el mundo el lunes 8.
En la investigación hipotecaria, el Departamento de Justicia ha estado examinando instancias en que los analistas de S&P querían otorgar calificaciones más bajas a los bonos, pero pueden haber sido desautorizados por los gerentes de negocios de la calificadora, informó el Times.
Contactado por Reuters, el portavoz del Departamento de Justicia no quiso hacer comentarios sobre el artículo, y S&P no respondió inmediatamente a las llamadas telefónicas para comentar el reporte.
No quedaba claro si la investigación del Departamento de Justicia también involucra a las otras agencias de calificación, Moody’s y Fitch, dijo el diario.
El rotativo citó a un portavoz de S&P, quien dijo vía correo electrónico que la calificadora había recibido varios pedidos de diferentes agencias del gobierno durante los últimos años, y que estaba cooperando.
Las compañías y algunos países pagan a las agencias para recibir una calificación. Durante décadas, el gobierno emitió normas para que los bancos y fondos mutuos contaran con un sello de aprobación AAA para (adoptar) decisiones de inversiones, lo que reforzó el poder de las evaluadoras, dijo el diario.
S&P ha estado bajo la lupa de los legisladores, participantes del mercado y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde su decisión de recortar la calificación crediticia de Estados Unidos.
S&P, como muchas otras agencias, cobra tarifas a las compañías emisoras por calificar sus títulos.
En tanto, la ciudad de Los Ángeles anunció este jueves que decidió cancelar los servicios de Standard and Poor’s para evaluar sus inversiones.
Las autoridades de la ciudad californiana decidieron suspender el servicio de la firma luego de que ésta le rebajó la calificación AAA de su cartera de inversiones de 7 mil millones de dólares.
Mientras, S&P señaló este jueves que Francia tiene confirmada su calificación AAA, el máximo nivel crediticio.