Washington, 17 de agosto. Tres agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) que supervisaron la controversial operación Rápido y furioso, con la que cientos de armas fueron ilegalmente introducidas a México para venderlas a organizaciones delictivas, fueron asignados a tareas administrativas dentro de la propia entidad gubernamental.

La ATF, dependiente del Departamento de Justicia, informó que los policías no han sido enviados a realizar tareas de mayor responsabilidad ni se les ha incrementado el sueldo o elevado de grado en la corporación.

Esta información fue divulgada por la ATF en respuesta a una nota publicada el martes por el diario Los Ángeles Times, que indicó que la entidad promovió a labores de dirección a los agentes William G. McMahon, quien era subdirector de operaciones en la región oeste de Estados Unidos; y los supervisores de campo, William D. Newell y David Voth, que tuvieron bajo su responsabilidad el desarrollo de Rápido y furioso desde la oficina de la ATF en Phoenix, Arizona.

La publicación de la noticia en el principal diario californiano –y uno de los más influyentes en Estados Unidos– propició que los representantes federales que investigan el origen y las consecuencias de la operación solicitaran el mismo martes una expli- cación al director en funciones de la ATF, Kenneth E. Melson, quien señaló que reportes de la prensa caracterizaron imprecisamente los cambios de personal como promociones.

El rotativo angelino dijo que los tres policías fueron trasladados a Washington para cumplir con tareas en distintas áreas.