Madrid, 20 de agosto. Miles de personas protestaron hoy en el centro de Madrid, fuertemente vigilado por la policía, contra la visita del papa Benedicto XVI a la capital española y por la violencia con la que la policía desalojó de la Puerta del Sol, los dos días anteriores, a jóvenes opuestos a la visita papal, que continuará hasta el domingo.

¡Ésta no es la juventud del Papa!, correaron al menos 3 mil manifestantes, quienes también lanzaron consignas contra la inusitada violencia de los agentes.

Al grito de basta de mariconadas, saquen las porras y a repartir, orden dada por el jefe del operativo, las fuerzas del orden –que acataron sus órdenes sin protestar y volvieron a recurrir a la violencia contra los manifestantes– aporrearon a grupos de adolescentes.

Centenares de policías desplegados en el centro de Madrid golpearon e insultaron a manifestantes laicos, de las redes cristianas de base y a los que se oponen al dispendio de dinero público en la visita a Madrid de Benedicto XVI para participar en las Jornadas Mundiales de la Juventud.

No más brutalidad policial, no a la violencia, rezaba una de las pancartas que podían verse en la marcha, que partió de la estación de Atocha y se dirigía hacia la Puerta del Sol, no obstante el paso fue cerrado a los manifestantes.

Durante el recorrido los inconformes encontraron algunos grupos de jóvenes católicos, con los que de nuevo hubo enfrentamientos verbales y guerra de consignas.

Mientras unos gritaban El Papa viene y África se muere, los católicos se limitaron a hacer el símbolo del corazón con las manos y a corear el nombre del pontífice.

Mientras, organizaciones feministas y de homosexuales de Euskadi presentaron una denuncia contra el Papa por el delito de encubrimiento de pederastas de forma sistemática y organizada, e instaron al juez de turno a ordenar su detención aprovechando que se encuentra en territorio español.

Aun conscientes de las pocas posibilidades de prosperar que tiene la denuncia, el colectivo pretendía llamar la atención sobre los numerosos casos de abusos sexuales contra menores encubiertos por la Iglesia católica, y criticar que, una vez más, el Papa ha rehusado ofrecer perdón a las víctimas españolas de estos abusos de sacerdotes.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, integrada por familiares y víctimas de la represión de la dictadura fascista de Francisco Franco, criticaron al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por su pasividad frente a una organización religiosa que abusó durante décadas de la sociedad y bendijo los miles de asesinatos de civiles.