La junta de buen gobierno (JBG) Arcoíris de la esperanza, del caracol zapatista de Morelia, denunció que el pasado día 17 en la comunidad Patria Nueva, región Primero de Enero, municipio autónomo Lucio Cabañas, Chiapas, la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao) cometió nuevas agresiones, cuando unas 150 personas destruyeron una casa de las bases de apoyo del EZLN que servía de cocina para los campamentistas y observadores civiles.

La agresión fue dirigida por los representantes locales de Orcao Cristóbal Gómez López, El Saddam, y Manuel Bautista Moshan, El Empresario, a su vez coordinados por los dirigentes Antonio Juárez Cruz, Alejandro Gómez Navarro y Carlos Ramírez Gómez, y asesorados por Nicolás López Gómez, El Tzirin, Juan Vázquez López y José Pérez Gómez.

La JBG sostuvo: El coraje de los tres niveles del mal gobierno es porque no quieren que se difundan sus mañas, por eso organiza gente ignorante (para) inyectar sus proyectos de muerte en nuestros territorios autónomos, donde también estamos gobernando a nuestra manera, tal como el pueblo lo queremos. No luchamos obligados o en la manipulación, como estos representantes locales, regionales, asesores y los supuestos gobernantes federal, estatal y municipal, donde lo tiene bajo presión y amenaza a la pobre gente, obligándola a recibir miserables proyectos y hacer provocaciones.

Señaló que la Orcao amenaza con expulsar a quienes no cumplen con las indicaciones de provocar en territorio zapatista.

Los agresores intentaron ingresar a una casa de tabla que sirve de escuela secundaria autónoma y amagaron con destruirla.

Sabemos que son sólo unos ayudantes, porque los verdaderos autores intelectuales se llaman Felipe Calderón y Juan Sabines Guerrero, que ejecutan los proyectos de muerte y guerra por millones de pesos que inyectan en nuestros territorios.

Más tarde llegó un contratista con maquinaria de excavación. Los militantes de Orcao lo estuvieron cuidando y siguieron con sus amenazas de matar a los zapatistas a machetazos o balazos, señaló la JBG. Luego los orcaístas formaron siete grupos, comunicándose con celulares. Vimos que los gobiernos lo tienen bien estructurado para provocar a nuestros compañeros, apuntó.

No es la única agresión. El 10 de julio fueron asaltados en Ocosingo dos camarógrafos del caracol de Morelia. Cerca de la terminal de la ruta Ocosingo- Altamirano, tres individuos los obligaron a abordar un carro marca Tsuru color blanco, sin placas. De inmediato los trasladaron al barrio Sauzal, en la misma ciudad.

Los zapatistas fueron despojados de una computadora portátil, dos cámaras de video y una fotográfica, un celular, 600 pesos y una maleta para el equipo. Permanecieron encerrados durante cuatro horas. Dos de los secuestradores salieron, quedando otro de guardia. Según la JBG, nuestros compañeros, al ver la posibilidad de enfrentarlo, pudieron escapar con severos golpes en la cara. Se identificó como uno de los asaltantes a Juan Decelis, originario de Balaxté.

Uno de los secuestrados había sido invitado varias veces por una persona que se llama José Guadalupe, quien gestiona proyectos para las comunidades, a trabajar como espía. En represalia por no aceptar, fue despojado del equipo. Los tres niveles son autores responsables pues “desarrollan e impulsan las provocaciones; ahora no usan soldados ni policías, sino indígenas.

“Durante años han ejecutado millones de pesos queriéndonos destruir para regalarles nuestra tierra, acabar nuestra costumbre y nuestra lengua, pero para que vea el mundo, como zapatistas seguimos vivos y resistiendo.

No respondemos sus provocaciones; sabemos que estamos construyendo vida y no muerte como hacen los malos gobiernos. No somos limosneros como ellos; sin embargo no hay gobierno que temer, ni con sus millones de pesos han podido eliminarnos, menos con una pequeña organización como la Orcao, concluyó la JBG.

Comunicado de la JBG