Con el título Albedrío al compadre, los jóvenes artistas plásticos Javier Smek y Félix Luna, de 25 y 26 años, respectivamente, egresados en 2010 de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, se propusieron ofrecer una muestra depurada de aquello que hoy día más practican: el dibujo, el grafiti, la pintura y la instalación.

El proyecto de ambos creadores, que servirá para su titulación en La Esmeralda, se encuentra en exhibición en dicha institución, ubicada en el Centro Nacional de las Artes.

Albedrío al compadre se gestó tras un diálogo e intercambio de ideas, así como el empleo de archivos personales de imágenes de ambos jóvenes creadores, hasta conformar lo que hoy se presenta como un collage de técnicas.

En la muestra se puede apreciar gráfica, impresiones en alto contraste, líneas de dibujos y un conjunto escultórico.

En los muros de un espacio rectangular de aproximadamente 17 metros de largo y cuatro de alto, se aprecian los dibujos en líneas plateadas. “Desde personas alcoholizadas en Internet hasta animales, luchadores, chavos que hacen malabares en las esquinas y personajes de televisión y cine.

La idea fue saturar de líneas los muros para que sea la gente la que busque las formas, explicó Smek, quien es parte del colectivo de arte urbano Estación Cero, de Oaxaca.

El conjunto escultórico se realizó con distintos materiales de escombro: piedra, asfalto y copias fotostáticas, aprovechando los trabajos de remodelación del Centro Nacional de las Artes, apuntó Luna.

En cada sección del conjunto escultórico se apiló por separado el escombro hasta formar un montículo.

Por otra parte, Yehécatl Velázquez Marín, también egresado de La Esmeralda, presenta un ambicioso proyecto, titulado Origen acuoso, instalación interactiva cuya dinámica central es introducir a quien así lo desee dentro de un tinaco, respirando mediante un snorquel. La idea original es que la persona estuviera 15 minutos dentro del tinaco, luego se redujo a cinco; al final se propuso que sólo fuera un minuto.

El proyecto tiene como propósito tratar de recrear la sensación de estar en el vientre de una mujer, durante el periodo de gestación, comentó el joven creador.

Quise retomar la idea de las cámaras de aislamiento. Es como estar viviendo y conectado a un solo tubo, flotando en agua, esto combinado con la idea de estar flotando en el espacio, como un planeta que se está gestando, explicó Velázquez Marín.

Albedrío al compadre y Origen acuoso se pueden conocer en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Centro Nacional de las Artes, en Río Churubusco y Calzada de Tlapan.