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Elías Azar plantea la necesidad de contar con jueces especializados en las cortes del ramo

Debe tratarse a enfermos como víctimas civiles, señala el presidente del TSJDF
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de septiembre de 2011, p. 32

Es necesario que existan jueces especializados para trabajar en las cortes de drogas, donde se atendería a los primodelincuentes que tengan alguna adicción y no hayan cometido un delito grave, para que, en lugar de recibir una condena, reciban tratamiento, explicó Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF).

Durante el primer foro internacional Cortes de drogas: hacia la construcción de un modelo de justicia basado en esquemas terapéuticos para el Distrito Federal, especialistas coincidieron en que más de la mitad de los delitos que se cometen en la ciudad podrían ser resueltos en una corte de ese tipo.

El presidente del TSJDF expuso que, aunque el asunto del tráfico de drogas no es un tema que sólo ha afectado a nuestro país, ya provocó “una lucha fraticida, cuyos resultados han sido catastróficos.

En ocasiones, parece que solamente la voz de la metralla, los fusiles, la sangre y la lucha en las calles, los centros de reunión, etcétera, sea la que pueda fijar condiciones para poder entablar un diálogo, y esto no es así.

Elías Azar expuso que para poder entablar un diálogo se necesita tratar a los enfermos de drogadicción como víctimas civiles.

Lo que se está haciendo en la ciudad de México es, precisamente, intentar derrotar a aquellos que viven del envenenamiento rutinario de millones de seres humanos a lo largo y ancho de este país aseguró.

Esto se logra, dijo, por medio de soluciones alternativas distintas a la justicia penal y al sistema meramente punitivo.

La postura del TSJDF –dijo– es que en el tema de sanciones pueda haber una justa, perfecta y exacta combinación entre el tema de la curación de las personas, la sanación y su reinserción en los medios sociales.

Aseguró que, se quiera reconocer o no el problema, el tema de las adicciones en nuestro país es uno de los mayores retos que enfrentan todas las instituciones del gobierno mexicano, no sólo por la evidente violencia e inseguridad que provoca, sino por toda la repercusión social, política y económica de la naturaleza de este tema.