Una lluvia extraordinaria que se prolongó más de cuatro horas en la zona noroeste del estado de México desbordó la noche del martes el canal Cartagena, en el municipio de Tultitlán; la presa El Ángulo, en Cuautitlán Izcalli, y el río San Javier, en Tlalnepantla, lo que inundó al menos mil viviendas y 200 vehículos en el fraccionamiento Los Agaves de la primera localidad.

Durante una gira por Cuautitlán Izcalli, el gobernador Enrique Peña Nieto explicó que hubo una precipitación de entre 70 y 80 milímetros por segundo.

Rechazó que la falta de desazolve o de coordinación entre autoridades estatales y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para abrir o cerrar compuertas de los drenajes causara las inundaciones, que también afectaron el municipio de Atizapán de Zaragoza.

En Tultitlán, el desbordamiento del canal Cartagena –que va de Tlalnepantla a Ecatepec– destruyó tres bardas perimetrales del fraccionamiento Los Agaves, y en minutos inundó cientos de casas.

El gobernador reportó que sólo hubo 600 viviendas dañadas, pero el alcalde Marco Antonio Calzada Arroyo informó que fueron mil 226 viviendas inundadas y que hay más de 4 mil 800 damnificados.

El Ejército Mexicano aplicó el plan DN-III y a las labores de auxilio se unieron unos 500 brigadistas, entre elementos de protección civil y policías estatales y municipales, que colocaron costales para rencauzar el canal.

Asimismo se utilizaron cuatro bombas para sacar agua, pero por la tarde el nivel sólo había bajado algunos centímetros.

El gobierno municipal instaló albergues para los damnificados, además de un comedor a la entrada del fraccionamiento.

Peña Nieto expuso que tres cárcamos de bombeo no funcionaron y ello provocó que no fluyera el excedente de agua, que inundó el fraccionamiento Los Agaves.

Otro punto donde se desbordaron los drenajes fue la presa El Ángulo, en Cuautitlán Izcalli, donde Peña Nieto ofreció una conferencia de prensa.

La alcaldía informó que había 250 casas afectadas, pero el gobernador sostuvo, con cartografía en mano, que sólo fueron 90. En las colonias Ejidal San Isidro, Los Pájaros, Las Huertas y la unidad habitacional Niños Héroes el agua alcanza hasta 90 centímetros de altura.

Peña Nieto prometió tarjetas electrónicas, ropa y alimentos, pero advirtió que comenzarán a repartirse cuando se calcule el total de damnificados.

La alcaldesa Alejandra del Moral dijo que este jueves presentará ante la Procuraduría de Justicia del estado una demanda penal contra la empresa San Martín Obispo SA de CV, presunta dueña del embalse, pues construyó naves industriales en la parte seca del cauce y redujo la superficie de la presa para tiempos de lluvia.

Funcionarios estatales informaron que al parecer la basura tapó un drenaje en el centro del embalse y que estaban a la espera de buzos del Gobierno del Distrito Federal que bajarían para limpiarlo.

Mientras, el excedente de aguas se canaliza al emisor poniente y se espera que en 24 horas se redusca el exceso de agua en la presa El Ángulo.

Los escurrimientos hacían imposible transitar por la calle Quetzal, colonia Ampliación Ejidal San Isidro, que conduce a la presa.

Las aguas pluviales rompieron 10 metros del bordo del río San Javier, en Tlalnepantla, que subió 40 centímetros por arriba de su nivel normal y fluyó hacia Atizapán de Zaragoza y luego a Tlalnepantla.

En este último municipio, por segunda ocasión en esta semana, se anegaron los fraccionamientos Valle Dorado y Las Arboledas. Vecinos calculan que hay 150 casas afectadas, aunque el gobernador dijo que sólo eran 20.

En Atizapán de Zaragoza, autoridades estatales contaron 150 casas efectadas en la colonia Mayorazgo de los Gigantes y 80 en la colonia El Jaral.

En Cuautitlán Izcalli, el director de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, informó que los municipios de Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli solicitaron a la Secretaría de Gobernación declaratoria de desastre para poder obtener recursos del Fondo de Desastres Naturales.

Luege rechazó las acusaciones del alcalde de Atizapán, David Castañeda, quien responsabilizó a la Conagua de no abrir a tiempo las compuertas del río San Javier.