A Madrid le preocupa que Repsol YPF mantenga su españolidad. Y esa reserva, planteada por el ministro de Industria español, Miguel Sebastián, fue garantizada por Sacyr Vallehermoso y Pemex cuando sus directores se reunieron con el funcionario ibérico, el martes pasado.

El término españolidad, que trae resabios del viejo franquismo, según definió el periodista catalán Oriol Malló, fue ariete en 2008 para echar por tierra la pretensión del consorcio ruso Yukos de hacerse con 30 por ciento del capital de Repsol.

En aquel entonces, Yukos pretendió comprar la participación de Sacyr Vallehermoso y una parte de las acciones de La Caixa, el grupo financiero catalán.

El diario español Expansión aseguró este miércoles que La Caixa podría entrar de árbitro en la disputa que se abrió entre la dirección y una parte de los accionistas de Repsol, tras el anuncio de que Pemex aumentaría a 10 por ciento su participación en el capital de la petrolera.

No lo menciona el diario, pero la eventualidad de que aparezca un árbitro abre la puerta a otro participante: Carlos Slim Helú. El multimillonario mexicano es socio minoritario de una filial bancaria de La Caixa, la primera caja de ahorros de España y el tercer proveedor de servicios financieros en ese país.

La Caixa tiene 12.9 por ciento del capital de Repsol, y su filial bancaria, CaixaBank, en la que Slim es accionista, agrupa las participaciones en bancos internacionales, el negocio asegurador y las participaciones en Telefónica y Repsol. El acuerdo entre Sacyr Vallehermoso y Pemex, que compromete a ambos socios a votar de manera sindicada, es decir, siempre en el mismo sentido, tiene alcances relacionados con la gestión estratégica de Repsol.

Según el texto del acuerdo –en poder de este diario–, ambos socios votarán en el mismo sentido en temas como el nombramiento o cese de miembros del consejo de administración de Repsol o en la modificación de los estatutos sociales. También actuarán en común en la aprobación o modificación del plan de negocio o del presupuesto anual de Repsol, así como en el nombramiento o destitución de miembros de la alta dirección de la empresa.

Las dos firmas se comprometen a actuar de manera conjunta si una tercera parte lanza una oferta pública de adquisición (OPA), transacción que se realiza en los mercados accionarios para adquirir el control de una compañía inscrita en bolsa, ya sea para lanzar una OPA competidora, vender de manera conjunta su participación o lanzar su propia oferta de manera separada.