En un nuevo intento, ahora en la Cámara de Diputados, los grupos conservadores impulsan un proyecto de decreto que reforma la Ley General de Salud para regular los procedimientos de reproducción asistida.

En particular, buscan prohibir la conservación de embriones, limitar a tres el número de óvulos a fertilizar, los mismos que deberían implantarse en el útero sin tomar en cuenta su viabilidad y el desgaste que implica para las mujeres someterse a los tratamientos y, sobre todo, cuando por alguna razón no se logra el embarazo.

Como ocurrió en el Senado con la propuesta –aún pendiente de dictamen– del legislador Ernesto Saro, el coordinador de asuntos jurídicos de la Secretaría de Salud (Ssa), Bernardo Fernández del Castillo, es uno de los principales defensores del documento que se discute en la Comisión de Salud de San Lázaro. Incluso realiza trabajo de cabildeo con los especialistas de asociaciones médicas para lograr la aceptación del proyecto, el cual también criminaliza a quienes conserven embriones y plantea la imposición de multas, penas de cárcel y suspensión de licencias para el ejercicio profesional.

Durante varios meses se realizaron mesas de trabajo y foros de discusión entre legisladores y expertos en el tema, con el propósito de retomar todas las iniciativas que desde 1999 se han presentado a la Cámara de Diputados para legislar sobre reproducción asistida. El diputado Heladio Verver (PRD) comentó que se trató de un trabajo intenso en el que se enfatizó, principalmente, en la evidencia científica.

Sin embargo, el proyecto de dictamen que se envió a los integrantes de la Comisión para su discusión final omitió las aportaciones hechas por académicos, médicos y especialistas. Los principales puntos de conflicto tienen que ver con la criopreservación de embriones, así como la insistencia de los grupos de derecha de considerar al embrión como un ser humano.

La definición propuesta en el proyecto dice que el embrión es el producto de la concepción o fertilización asistida, a partir de éstas y hasta el término de la duodécima semana gestacional.

Aunque el avance de la tecnología ha permitido reducir el número de óvulos a fertilizar, no es factible establecer un número limitado, pues las decisiones se deben tomar con base en la situación particular de las pacientes y sus posibilidades de obtener embriones viables para lograr un embarazo.

Al fijar en tres los óvulos y embriones a obtener, se expone a las mujeres a que, de frustrarse la gestación, se tenga que someter a nuevos procedimientos para estimular la ovulación, los cuales son costosos y desgastantes para las parejas.

Esto no es tomado en cuenta en el proyecto de dictamen que defienden los grupos conservadores, señalaron organizaciones civiles, las cuales también advierten la prisa que tiene Fernández del Castillo por lograr la aprobación del decreto, porque es un compromiso con la derecha que podría incumplirse por la próxima salida de José Angel Córdova Villalobos de la Ssa.

El secretario ya anunció que dejará el cargo a finales de septiembre para ir en busca de la candidatura del PAN al gobierno de Guanajuato. Antes, concluirá su gestión como presidente del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud.

La discusión del proyecto de decreto estaba prevista para ayer en la Comisión de Salud, pero al empalmarse con la sesión previa al inicio del periodo ordinario de sesiones en San Lázaro, la reunión se pospuso para el próximo miércoles.

Las activistas llamaron la atención sobre la premura con que se pretende aprobar el documento, pero, sobre todo, sin considerar el cúmulo de propuestas de los especialistas.