Toluca, Méx., 11 de septiembre. Con gol al minuto 93 y con 10 elementos Tijuana rescató el empate 1-1 ante Toluca, con lo que salvó el puesto de su técnico Joaquín del Olmo, aunque al finalizar la fecha ocho los Xolos continúan en el último lugar de la tabla porcentual.

Los Diablos Rojos se habían adelantado en el marcador con un penal rigorista anotado por el uruguayo Iván Alonso, al minuto 67, y después fue expulsado Leandro Augusto por doble amarilla, pero el argentino José Sand empató en tiempo de compensación, por lo que los asistentes a La Bombonera despidieron a su equipo con abucheos.

El conjunto de Héctor Eugui se consolidó como el rey del empate, al llegar a cinco juegos igualados, y con 11 puntos se ubica en el séptimo lugar de la tabla general, mientras el equipo benjamín llegó a seis unidades, en el sitio 17.

Fue un partido de bajo nivel, con escasas ocasiones de peligro, muchas imprecisiones y arbitraje localista de Ricardo Arellano.

Sin el suspendido Antonio Naelson, a los escarlatas se les nublaron las ideas ofensivas. La buena noticia es que Sinha ya cumplió sus tres partidos de castigo y regresará para el duelo ante Pumas.

En los primeros minutos del partido los Xolos propusieron el partido, con el colombiano Dayro Moreno por la derecha e Ismael Íñiguez por la banda izquierda, abastecidos por Leandro. Moreno había adelantado a su equipo al 20, pero el gol fue bien anulado por fuera de lugar.

Después el cuadro fronterizo optó por jugar al contragolpe, pero siguió creando oportunidades por conducto de Moreno y del Cachas Íñiguez, que no pudieron concretar.

Al 28, el uruguayo Egidio Arévalo tuvo la más clara oportunidad, al mandar un punterazo que pasó cerca del travesaño de la meta de Alfredo Talavera.

Toluca tuvo su primer disparo directo a la portería al minuto 32, en un tiro de Néstor Calderón que fue directo a la colocación de Cirilo Saucedo, y tres minutos después Carlos Esquivel se tardó en disparar y perdió una buena oportunidad dentro del área.

El público despidió a sus jugadores con abucheos ante el escaso espectáculo observado.

El argentino José Sand festeja la anotación con la que logró la igualada de su equipoFoto Jam Media

Los rojos mostraron algo de mejoría en el complemento y se acercaron en un disparo débil de Alonso que Cirilo tuvo problemas para controlar, mientras los visitantes respondieron con remate de volea de Noé Maya que se fue a las tribunas.

La jugada polémica fue al 65, cuando Calderón ingresó al área por la izquierda, Javier Gandolfi cubrió el esférico y el escarlata se dejó caer y chocó con Juan Núñez. El silbante marcó penal, que Alonso tiró sin fuerza y Cirilo alcanzó a detener, pero el uruguayo tuvo la fortuna de que el balón le quedó en el área chica y con tiro potente abrió el marcador al minuto 67.

El árbitro expulsó a Del Olmo por protestar y al 74 a Leandro por doble tarjeta amarilla.

A pesar de jugar en inferioridad numérica, Tijuana retomó el control del juego y, aunque no pudo crear ocasiones de peligro, tuvo el balón en el área local.

La recompensa llegó a los tres minutos de compensación, en un centro por la derecha de Richard Ruiz al área, donde Sand forcejeó con su marcador, pero logró conectar sólido testarazo a la izquierda de Talavera para el merecido 1-1 que a Tijuana le supo a victoria.

Jugamos con uno menos y nos marcaron un penal que dejó muchas dudas, por eso el empate nos sabe a triunfo, definió Fernando Arce, quien sin embargo no quiso hablar contra el arbitraje: Somos muy respetuosos y también hay que luchar contra las equivocaciones.

Por su parte, Eugui lamentó el exceso de confianza de sus pupilos y dijo que los abucheos recibidos son normales: Lógicamente es un mal sabor de boca. Nosotros debemos pensar que mientras no se dé el silbatazo final no se puede confiar; el exceso de confianza mata y creo que hoy la tuvimos frente a un rival que se iba a jugar la vida durante los 90 o 94 minutos.

Respecto de los abucheos y gritos pidiendo su salida, comento que la gente tiene su derecho de expresarse, pero todos queremos ganar y hoy no hicimos ningún cambio para jugar atrás; siempre pensamos en ganar.