Es la peor posición en un año; acumula una devaluación de 18.1% en este gobierno
Confirman cifras del Inegi que la economía mexicana comenzó un proceso de desaceleración
La producción industrial creció 3.2% en julio frente a 4.6 del mismo periodo del año pasado
Martes 13 de septiembre de 2011, p. 19
En un mercado de cambios demandado, el peso cerró ayer las operaciones en su peor posición frente al dólar de los últimos 12 meses, al retroceder 32 centavos de un golpe frente a la divisa estadunidense, equivalente a una depreciación de 2.5 por ciento respecto de la víspera.
Con esto, el peso acumuló una devaluación de 18.1 por ciento frente al dólar interbancario en el transcurso de este gobierno, y el mito del superpeso, que durante más de seis meses mantuvo una tendencia revaluatoria respaldado por una acumulación inédita de divisas en la reserva internacional del país, quedó para la leyenda. Más de la mitad de la devaluación observada durante esta administración ocurrió en menos de mes y medio.
Ayer el dólar elevó su precio hasta cerrar a la venta en 12.9698 pesos en las grandes operaciones interbancarias, como no había ocurrido desde el 10 de septiembre de 2010; mientras, en la ventanilla de bancos y casas de cambio se pagaron desde 13.04 hasta 13.20 pesos por dólar.
De punta a punta, el tipo de cambio en las grandes operaciones entre bancos, que al comenzar este gobierno fue de 10.9825 pesos por dólar, ha flotado a la baja hasta implicar una depreciación de la moneda mexicana de casi dos pesos a la fecha, dentro de una tendencia agudizada a partir del 2 de agosto de 2011, cuando legisladores y gobierno de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo de última hora para evitar caer en la insolvencia.
Desde esa fecha, cuando empezaron los rápidos movimientos de grandes capitales por el mundo, hasta ayer, que continúan, el peso retrocedió 1.19 centavos frente al dólar, lo cual implicó una depreciación de 10.1 por ciento durante estos 40 días naturales. Esto representa 55.8 por ciento de la devaluación observada en 57 meses de este gobierno.
El 2011 ha sido un año particularmente oscilatorio en el tipo de cambio. Arrancó con una paridad de 12.3650 pesos. Durante el primer mes y medio se mantuvo ligeramente arriba de 12 pesos, mientras de marzo hasta finales de julio la moneda mexicana se revaluó y por más de tres meses el precio del dólar osciló desde 11.98 hasta 11.50 pesos.
Pero las dificultades políticas entre demócratas y republicanos en el Congreso de Estados Unidos para alcanzar un acuerdo de ampliación del techo de endeudamiento del gobierno de aquel país, la baja en la calificación de la deuda estadunidense por parte de Standard & Poor’s, y el agravamiento de los problemas de algunos gobiernos de la eurozona para pagar sus deudas y evitar la quiebra de bancos, desataron un periodo de volatilidad financiera que persiste hasta hoy.
Así que una vez esfumada la leyenda del superpeso, la moneda mexicana ha continuado su crónica trayectoria devaluatoria, y ayer se colocó en un nivel de 3.26 por ciento de depreciación respecto a la paridad de 12.3650 pesos con la que cerró las operaciones de 2010. Del 2 de agosto a la fecha ha retrocedido 10.1 por ciento, y del nivel de 10.9825 pesos por divisa estadunidense, con el que arrancó este gobierno hasta ayer, registra una devaluación de 18.1 por ciento.
Industria ralentizada
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la producción industrial del país registró un crecimiento anual de 3.2 por ciento en julio, una tasa menor a la de 4.6 por ciento observada en el mismo mes del año pasado. Con esto confirmó que la economía mexicana ha iniciado un proceso de desaceleración.
Las manufacturas crecieron 4.8 por ciento, desde 8.5 de aumento anual de julio de 2010; la construcción se expandió a una tasa de 4.1 por ciento después de que un año antes caía 4.2; la electricidad, agua y gas por ductos al consumidor final reportó un ritmo de crecimiento de 3.2 por ciento, desde 6.1 en el mismo mes del año pasado, y hubo contracción de 3 por ciento en la minería.