Los Ángeles, 12 de septiembre. Andre Howard, dueño de una armería involucrada en el operativo Rápido y furioso, reveló al diario Los Angeles Times que en su negocio fueron videograbados algunos de los compradores de armas que fueron a dar al crimen organizado.

El presidente Barak Obama reiteró que desconocía el controvertido operativo e insistió en su disposición a realizar una indagatoria.

El diario entrevistó a Howard, dueño de la casa de venta de armas Lobo Solitario, ubicada en un centro comercial de Glendale, Arizona, quien durante 15 meses vendió con total libertad pistolas y rifles semiautomáticos para todo tipo de compradores ilegales que entraban a su tienda.

Howard dijo que recibió instrucciones de agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) para realizar estas ventas, lo que realizó desde el otoño de 2009.

Los agentes instalaron en su negocio una línea telefónica secreta y cámaras ocultas. Según Los Angeles Times, la instrucción era sencilla: vender armas a todos los compradores ilegales que entraran por la puerta.

Durante esos 15 meses, Howard hizo lo que se le indicó. A los clientes con identificaciones falsas o fajos de billetes les vendió pistolas y rifles semiautomáticos, incluidos calibre .50. Al comerciante se le aseguró que la ATF rastrearía las armas y que el seguimiento conduciría a los agentes hacia los cárteles mexicanos ubicados en la frontera.

De acuerdo con la versión periodística, Howard ganó dinero con ese negocio, pero también temía que alguien saliera lastimado.

El periódico citó varios casos en los cuales armas compradas en Lobo Solitario fueron abandonadas en escenas del crimen.

El Departamento de Justicia informó la semana pasada que 28 armas de fuego del fallido Rápido y furioso han sido recuperadas en crímenes violentos en México, aunque aún no se han identificado los casos.

En tanto, el gobierno mexicano dice que armas de este operativo han sido localizadas en 170 escenas del crimen y, según el diario Los Angeles Times, en Estados Unidos sólo ha habido una detención en los 15 meses del operativo que permitió el ingreso ilegal a México de unas dos mil armas de fuego.