Acepta que divisiones podrían empañar su pronóstico de ganar la jefatura de Gobierno
Martes 13 de septiembre de 2011, p. 10
La designación de Jesús Murillo Karam como delegado especial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal tiene el propósito de reconciliar las diferencias que han impedido, desde el 29 de septiembre de 2010, la integración de sus órganos de gobierno, y aprovechar en 2012 el impulso
que le han dado al tricolor los recientes triunfos en diversos estados para tratar de recuperar el gobierno de la capital.
De acuerdo con la dirigencia nacional priísta, luego de que la elección para renovar su dirigencia se llevó a cabo el mes pasado y fue anulada por el Tribunal Electoral del Distrito Federal, la presencia de Murillo Karam ayudará a mantener una operación eficaz
del mismo, a partir del control de las diferentes corrientes que buscan hacerse del liderazgo del partido en la capital del país y, eventualmente, de la candidatura a jefe de Gobierno.
Murillo Karam se identifica como personaje cercano a Beatriz Paredes Rangel, quien se perfila nuevamente como candidata a la jefatura de Gobierno, por la que contendió en 2006.
Aunque de acuerdo con las expectativas de la dirigencia nacional, cuentan con posibilidades de competir en condiciones ventajosas en 2012 por la capital del país, las divisiones internas y las disputas jurídicas entre corrientes en el PRI-DF parecen jugar en contra de ese análisis. Ejemplo de lo anterior fue el recientemente impugnado proceso para renovar su dirigencia, mismo que fue cancelado por el Tribunal Electoral, en razón de que el consejo político no tenía vigencia.
Hasta el momento existen al menos tres corrientes que intentan posicionarse en los principales cargos de dirección del tricolor en el Distrito Federal: la de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, la de María de los Ángeles Moreno y la de Rosario Guerra.