Con el aval de todas las fuerzas políticas, la Cámara de Senadores demandó a la Secretaría de Gobernación un informe pormenorizado sobre los permisos que ha otorgado para la operación de casinos en territorio nacional, que incluya si el estado o municipio en que se instaló dio el aval para su funcionamiento.

En tribuna, Ricardo Monreal (PT), autor del punto de acuerdo, recalcó que se trata de un negocio millonario –en 2010 los dueños de casinos pagaron al fisco casi mil 200 millones de pesos– que creció 632 por ciento en 10 años.

Explicó que hasta 2000, cuando el PAN asumió la Presidencia de la República, existían 125 casas de juego, una década después había 790, y gobernadores, alcaldes y funcionarios federales vieron en ese negocio una jugosa fuente de ingresos.

Los recursos millonarios que se generan en los casinos sirven para financiar campañas y sobornar a funcionarios de segundo y tercer nivel, ya que, sostuvo, los sobornos son parte lamentable de los gastos operativos normales de esos centros de juego.

Monreal recordó que en la sesión del jueves pasado se debatió este punto de acuerdo, pero no se aprobó por falta de quórum.

Ayer se votó la propuesta del senador del PAN, Felipe González, para que además de solicitar a Gobernación un informe detallado sobre los permisos otorgados –que incluya el nombre de los concesionarios– se le pida también que especifique si gobernadores y alcaldes estuvieron de acuerdo.

Por ello, la Secretaría de Gobernación deberá remitir también al Senado la opinión favorable o positiva de los estados de la Federación y del Distrito Federal o de los municipios o delegaciones para instalar casas de apuesta o lugares donde se desarrollen apuestas.

Monreal insistió en que además del problema que representan las casas de juego y apuestas instaladas en lugares lujosos, hay otro asunto grave: la proliferación de casinos callejeros en misceláneas, farmacias e incluso a la salida del Metro.