Se depende de combustibles fósiles; uso marginal de fuentes renovables
Miércoles 21 de septiembre de 2011, p. 47
Aunque en México se ha registrado un ligero avance en materia de eficiencia energética, el país sigue dependiendo de los combustibles fósiles, tiene problemas serios de disponibilidad hídrica y no ha invertido en las condiciones estructurales que le permitirían avanzar mucho más en este terreno.
Así lo advirtieron los especialistas que participaron en la elaboración del informe Eficiencia en el uso de los recursos: perspectivas e implicaciones económicas en América Latina y Asia Pacífico, presentado ayer con el auspicio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Dolores Barrientos, representante de dicho organismo en México, explicó en rueda de prensa que el estudio busca relacionar la importancia del uso sustentable del agua y los energéticos con el desarrollo económico, y hacer hincapié en la necesidad de diseñar mejores políticas públicas al respecto.
Carlos Muñoz, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, señaló que desde los años 80 a la fecha ha habido algunos avances encomiables en el tema de la eficiencia energética, pero México sigue basando sus necesidades en el uso de combustibles fósiles (89 por ciento del total) y utiliza de forma todavía muy marginal las fuentes renovables, como la biomasa, la energía solar y la eólica.
Además, se ha registrado un aumento considerable en la demanda de electricidad en los hogares y de gasolinas para el sector transporte –muchas de las cuales deben importarse–, por lo cual cada vez es más necesario invertir en cambios de fondo, como crear infraestructura para aprovechar las energías renovables.
En cuanto al agua, el análisis del PNUMA resaltó que el líquido tiene una disponibilidad media en el país, pero se encuentra mal distribuida, ya que la mayor parte se encuentra en el sur –donde hay una demanda menor–, mientras en el norte las condiciones son exactamente opuestas, por lo que recomendó mejorar las técnicas de riego en el campo y mejorar su gestión para no sobrexplotar acuíferos con la idea de que se trata de un recurso inagotable.
Iván Islas, director del área de economía ambiental del Instituto Nacional de Ecología, subrayó que para crear una mayor conciencia sobre el tema es necesario que el gobierno del país haga una reingeniería
de los subsidios a la gasolina y el agua, de tal forma que los precios reflejen verdaderamente la situación de escasez, y los consumidores tomen decisiones encaminadas a la eficiencia y el cuidado del medio ambiente.
Además, dijo, hace falta abrir el mercado de créditos para que las pequeñas y medianas empresas puedan invertir en un mejor desempeño en materia ecológica, y promover desde las instituciones un marco regulatorio mucho más eficiente.