Abbas sólo entregará una carta; no votará la Asamblea General ni el Consejo de Seguridad
Francia propone forjar un compromiso para el diálogo israelí-palestino con fecha límite de un año
Congresistas republicanos amenazan con suspender la ayuda a los territorios de Palestina
Viernes 23 de septiembre de 2011, p. 24
Nueva York, 22 de septiembre. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentará su solicitud para el reconocimiento como Estado miembro
de la Organización de Naciones Unidas este viernes después de que el gobierno de Barack Obama fracasó en detener la iniciativa, no obstante las intensas negociaciones de los últimos días.
Mahmoud Abbas, presidente de la ANP, lo anunciará este viernes desde el podio de la Asamblea General en el debate anual que se realiza aquí con la participación de la mayoría de los mandatarios del mundo. Con ello desafiará a Estados Unidos, cuyo presidente expresó explícitamente su oposición a esta iniciativa desde el mismo podio el miércoles.
El tema ha dominado esta cumbre anual, y ha colocado a Obama –quien ha proclamado su apoyo a un Estado palestino, pero sólo después de un acuerdo de paz con Israel–, en una situación incómoda ante el mundo, sobre todo con los países árabes, al tener que explicar cómo puede celebrar los movimientos democráticos de la llamada primavera árabe
y rechazar a la vez que los palestinos tengan los mismos derechos universales
que el presidente tanto elogia.
Por ello, no ha cesado la intensa labor diplomática de Washington y algunos de sus aliados detrás del escenario para evitar que se presente la solicitud. Pero todo indica que eso ha fracasado en esta primera fase, y este viernes habrá una escena dramática donde, separados en el programa por apenas una hora, Abbas y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, harán sus presentaciones ante los líderes de la comunidad internacional.
Una vez más, Netanyahu convocó a negociaciones directas esta semana, pero, una vez más, rechazó las demandas palestinas de un cese de construcción de colonias israelíes en territorio palestino, entre otras cosas.
Pero la ANP rechazó la petición de Netanyahu de que ambos líderes se sentaran a dialogar, al margen de la Asamblea General. Después de 44 años de ocupación israelí y repetidas negociaciones fallidas, la opción de acudir a la ONU para solicitar reconocimiento como Estado se percibe como una de las pocas opciones de la ANP para colocar este conflicto al centro del debate internacional una vez más y cambiar la estancada dinámica actual; en gran medida, se ha logrado este objetivo.
Aquí ya se están desarrollando estrategias para una segunda fase de este conflicto diplomático, con el objetivo de que la solicitud palestina nunca llegue a ser votada en el Consejo de Seguridad y evitar así que Estados Unidos se vea obligado a ejercer su veto como uno de cinco miembros permanentes de la entidad más poderosa de la ONU. Eso implica impulsar de nuevo las negociaciones bilaterales.
Técnicamente, mañana viernes la ANP entregará una carta con la solicitud de reconocimiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien a su vez la presentará ante el Consejo de Seguridad. No hay un periodo establecido para que el Consejo aborde el asunto, y expertos indican que esto podría alargarse durante semanas antes de que se vote la solicitud. Para que se presente, requiere por lo menos el apoyo de nueve de los 15 estados que integran el Consejo de Seguridad, y cinco de ellos son miembros permanentes con poder de veto (Estados Unidos, China, Francia, Inglaterra y Rusia).
Aunque hoy hubo otra ronda de entrevistas, por separado, entre la secretaria de Estado Hillary Clinton y los mandatarios de Israel y la ANP, después de que Obama se reunió ayer con ambos, el gobierno estadunidense y sus aliados ya parecían haber aceptado su fracaso en frenar esta iniciativa.
Por lo tanto, el objetivo ahora es evitar que la solicitud llegue a un voto en el Consejo de Seguridad. Para lograrlo, se busca una fórmula para reiniciar las negociaciones bilaterales con el apoyo del llamado Cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la ONU) y a cambio persuadir a la ANP a retirar la solicitud.
Otra alternativa, propuesta por Francia ayer –y rompiendo con la posición de Estados Unidos– es forjar un compromiso para una negociación bilateral entre Israel y la ANP con fecha límite de un año, y, a cambio, solicitar a la Asamblea General, donde los palestinos gozan del apoyo de la mayoría de Estados, que se le otorgue a Palestina la calidad de Estado observador
.
Por cierto, este viernes Abbas se limitará a presentar la solicitud formal, y no está programado un voto sobre el asunto ni en el Consejo ni en la Asamblea General.
En tanto, la gran mayoría de los 193 miembros de la ONU apoya el reconocimiento de Palestina como Estado miembro de la comunidad internacional y frente a esto, Estados Unidos, junto a Israel, arriesga quedar aislado con su actual postura. Más aún, podría anular muchos de los avances que Obama logró para establecer una relación diferente con el mundo árabe.
Por otro lado, el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, Richard Falk, exhortó este jueves a los estados miembros de Naciones Unidas a reconocer a Palestina, e instó a Israel a escuchar la voluntad del pueblo palestino
.
Agregó que la voluntad del pueblo palestino debe respetarse también, a partir de esta semana en la ONU, y hasta que los palestinos puedan disfrutar del derecho que comparten los demás pueblos del mundo: el derecho a la autodeterminación
, reportó la agencia Afp.
A la vez, las fuerzas conservadoras pro israelíes se han dedicado a ampliar sus relaciones con el Partido Republicano y los precandidatos presidenciales de ese partido y otros líderes han criticado a Obama por abandonar
a Israel. Algunos dirigentes legislativos republicanos, incluida la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, Ileana Ros-Lehtinen, han amenazado con suspender la asistencia estadunidense al territorio palestino si la ANP se atreve a promover la solicitud para ser reconocida como Estado antes de un acuerdo con Israel.