Roma, 22 de septiembre. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, evitó una derrota potencialmente vergonzosa en el Parlamento este jueves cuando diputados votaron en contra de autorizar el arresto de un ex colaborador del ministro de Economía, Giulio Tremonti, por cargos de corrupción.

Jueces de Nápoles buscaban anular la inmunidad parlamentaria de Marco Milanese, hasta hace poco uno de los asesores más cercanos de Tremonti, que ha sido acusado de corrupción y tráfico de influencias.

Un fallo a favor de levantar su inmunidad no hubiera tenido un efecto directo en el Gobierno, pero hubiera representado un severo revés y aumentado la incertidumbre en torno a la inestable coalición de centroderecha.

La votación se produjo el mismo día en que jueces de Milán presentaron un pedido para acusar a Berlusconi de filtrar transcripciones potencialmente perjudiciales para un rival político a Il Giornale, un diario que es propiedad de su hermano.

Con Tremonti ausente de la cámara debido a que se encontraba en una reunión de ministros de Finanzas en Washington, la votación secreta salió 312 a 305 a favor de evitar el arresto, un margen más estrecho que en las últimas mociones de confianza.

En medio de un profundo escándalo de prostitución y de las crecientes críticas por el manejo de la crisis financiera, que ahora amenaza a toda la zona euro, Berlusconi rechazó las especulaciones de que presentaría la renuncia.

Hablando luego de la votación en el Parlamento, el mandatario desmintió los rumores de que podría dimitir antes de que termine su mandato en el 2013, diciendo: Vamos a seguir adelante, estamos trabajando bien.

Pero en una señal de la confusión que reina en el Gobierno, expresó su descontento por la ausencia de Tremonti en la votación. Cuando le preguntaron si estaba desilusionado de que su jefe de finanzas no estuviera en la cámara, simplemente respondió: ¿Otras preguntas?.

Una fuente parlamentaria presente en una reunión realizada al margen de la votación dijo a Reuters que Berlusconi describió la ausencia de Tremonti como inmoral.

La votación del jueves se dio en el marco de una renovada presión de los mercados, con las primas de riesgo de los bonos italianos subiendo ante las crecientes dudas sobre la estabilidad del Gobierno y su manejo de la crisis financiera.

El jefe de la principal federación bancaria de Italia, ABI, intervino para pedir al Gobierno que cumpla con las promesas de reformas económicas e inversiones en infraestructura.

Debemos dar una señal clara a los mercados de que hemos entendido la gravedad de la situación y que estamos en posición de enfrentarla, dijo el presidente de ABI, Giuseppe Mussari, a una radio italiana.