La fundación con el nombre del compositor busca terminarla, adelanta Andrea Puente
Es la única obra que escribió en inglés, basada en la película del mismo nombre de Frank Capra
Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 4
Al momento de su repentino fallecimiento, el pasado 11 de abril, Daniel Catán sólo dejó inconclusa una obra: la ópera Meet John Doe, basada en la película del mismo nombre, rodada por Frank Capra en 1941.
Se trata de la única obra que el compositor escribió en inglés, no obstante residir varios años en Estados Unidos, entre ellos los últimos 12 de su existencia
Ahora, la fundación que ostenta el nombre del artista trabaja en la selección de un grupo de músicos estadunidenses para que culmine dicho título, cuya partitura dejó adelantada 80 por ciento.
De ese proyecto habla con La Jornada Andrea Puente, viuda de Catán, quien precisa que ese título versa sobre un movimiento social estadunidense y cuenta la historia de un vagabundo que se convierte en líder de opinión.
La obra, pensada para durar alrededor de dos horas, está dividida en un par de actos, emplea orquestación completa y la música tiene muchos temas de origen estadunidense de los años 40 del siglo pasado, puntualiza.
La fundación encargará a un grupo de compositores que la termine; no serán mexicanos, no por otra razón, sino porque vivimos en Estados Unidos. Pediremos que copien el estilo de Daniel, a partir de sus bocetos.
Andrea Puente se encuentra en México para asistir al homenaje que la Compañía Nacional de Ópera rendirá a Daniel Catán este sábado en el Palacio de Bellas Artes, a las 19 horas, con una gala que incluirá una muestra retrospectiva de su trabajo.
Este reconocimiento se suma a la inclusión de su ópera Il postino, estrenada a principios de año por el tenor Plácido Domingo, como uno de los principales espectáculos del próximo Festival Internacional Cervantino, además de la ofrenda que la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México le dedicará en noviembre.
A decir de la arpista, el compositor nunca guardó resentimiento ni se sintió frustrado por no lograr ser profeta en su tierra, pues sus mejores óperas fueron mejor montadas en Estados Unidos y Europa que en México.
Es increíble que aquí no se hayan programado, lo cual se debió a una serie de circunstancias burocráticas. Daniel era un hombre que vivía el presente, no se amargaba y se fijaba metas. Le interesaba que su obra se tocara donde fuera; de México, en son de broma, decía que tendría que morir para que lo tocaran.
Del autor mexicano están por editarse una obra para coro basada en Shakespeare, un ciclo de canciones y la versión de cámara de su ópera La hija de Rappaccini, escrita para dos pianos, arpa y percusiones, estrenada el pasado febrero.
Para Andrea Puente es importante que México honré la obra de este músico, en particular lo referente a la ópera en español, porque pudo haber escrito en inglés, como siempre se lo pidieron, pero él se mantuvo siempre firme en su propósito.
Siempre estuvo interesado en difundir nuestro mundo lingüístico y nuestra cultura, trascender el ámbito iberoamericano y abarcar el resto del mundo, como afortunadamente logró hacerlo
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