Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 22
Washington, 23 de septiembre. El presidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), Wayne LaPierre, sostuvo este viernes que la operación Rápido y furioso representa el mayor caso de encubrimiento oficial desde el escándalo de Watergate, y demandó una investigación por un fiscal independiente.
Durante un discurso ante la Conferencia de Acción Política Conservadora en Orlando, LaPierre acusó al Departamento de Justicia y a la Casa Blanca de manipular a la opinión pública y de difamar a los vendedores legítimos de armas, a pesar de que ellos sabían la verdad
.
“Este es el mayor encubrimiento desde Watergate y es hora de hacerse la pregunta de Watergate. ¿Quién autorizó Rápido y furioso y qué tan alto llegó?”, afirmó el titular de la NRA sobre el operativo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), de trasiego ilegal de armas a México.
La NRA es la mayor organización estadunidense de defensa de la posesión de armas.
LaPierre pronunció su discurso después de que un comité legislativo pidió a la Casa Blanca documentos, correos electrónicos y notas de tres altos funcionarios que tuvieron conocimiento de la operación Rápido y furioso.
Republicana, la pesquisa
La petición fue hecha por el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano Darrel Issa, y por el senador de ese mismo partido político Charles Grassley, como parte de una ampliación de la pesquisa legislativa.
Los tres funcionarios implicados en el operativo son el ex director para América del Norte del Consejo Nacional de Seguridad, Kevin O’Reilly; su director para el Hemisferio Occidental, Dan Restrepo, y el director de Política Antiterrorista, Greg Gatjanis.
Una serie de correos electrónicos obtenidos en su momento por la cadena CBS confirmaron que O’Reilly, Restrepo y Gatjanis recibieron informes sobre la operación de trasiego, aunque el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que no tuvo conocimiento de la misma hasta que la cadena la hizo pública.
Los informes a los funcionarios de la Casa Blanca fueron hechos desde el año pasado por el agente William Newell, de la ATF, que tenía bajo su cargo el operativo transfronterizo.
Tanto el presidente Barack Obama como el procurador general, Eric Holder, han negado haber tenido conocimiento del operativo antes de que fuera hecho público por la prensa.