Los Ángeles, 27 de septiembre. La fiscalía pidió que se declare culpable a Conrad Murray, médico personal de Michael Jackson, por homicidio imprudencial en su desempeño negligente.

Murray fue el responsable del homicidio por su negligencia y descuido de un paciente al que le administró medicamentos controlados, sentenció el abogado David Walgren.

No sólo cometió inapropiadas, poco éticas y decisivas violaciones en los cuidados médicos, sino aumentó su negligencia al no monitorear a su paciente, enfatizó.

Éste fue el comienzo del juicio que enfrenta Conrad Murray, quien fue el médico personal de Michael Jackson durante dos años, hasta su muerte el 29 de junio de 2009.

Jackson falleció a la edad de 50 años víctima de una sobredosis de medicamentos restringidos, entre ellos el anestésico propofol que usaba para dormir.

En la audiencia Walgren presentó una grabación del 10 de mayo de 2009 que tenía Murray en su iPhone, en la cual se escucha a un Jackson somnoliento y drogado hablando con lentitud y de modo incoherente.

En la impactante versión que escucharon los asistentes a la audiencia, Jackson habla de lo que piensan sus fans al salir de su concierto; unos, que pierden su dinero, y otros que es el mejor del mundo.

El abogado también presentó una declaración de Murray de que aceptó haberle administrado todas las noches por dos meses, y antes de su deceso, el anestésico propofol.

Walgren señaló que en casos médicos el insomnio no puede ser controlado con medicamentos tan peligrosos como éste y sin una vigilancia con electrocardiogramas, como no hizo el médico.

Fue mayor la preocupación por el contrato, acusa

Murray se preocupó más por su lucrativo y jugoso contrato como médico personal de Michael Jackson, por el que recibía 150 mil dólares mensuales, puntualizó.

Como médico y sin importarle los menores estándares de cuidados de salud, Murray literal y figurativamente dejó en el abandono a Jackson; lo saturó de Valium y propofol, y lo dejó a su suerte, dijo.

Murray violó estándares médicos y de decencia humana y lo abandonó cuando más ayuda necesitaba, señaló, al citar que hubo un lapso que pudo haber sido vital entre la crisis en el que pudo llamar al 911.

Por todo ello, el fiscal pidió que al término del proceso, el jurado lo declare culpable por cometer un crimen solitario y por su severa negligencia.

Jackson realizó una acción que causó su propia muerte, dijo el abogado de Murray, Ed Chernoff, en su alegato de apertura en la Corte Superior de Los Ángeles. Según el abogado, ingirió ocho pastillas de 2 miligramos de Lorazepam, cantidad que podría poner a dormir a seis personas.

Además, creemos que la evidencia científica les mostrará que cuando Murray salió de la habitación, Michael Jackson se administró a sí mismo una dosis de propofol que, junto al Lorazepam, creó una tormenta perfecta en su cuerpo.

Esa combinación lo mató instantáneamente el 25 de junio de 2009, afirmó.

Murray, de 58 años, enfrenta hasta cuatro años de cárcel si un jurado de siete hombres y cinco mujeres lo declara culpable de homicidio involuntario por la muerte de Jackson en momentos en que el cantante se preparaba para una serie de conciertos.

Cuando Murray llegó, en medio de fuertes medidas de seguridad a la corte, unos 300 seguidores del músico se manifestaban frente al inmueble, en el centro de la ciudad, y algunos gritaron furiosamente ¡asesino!

Los padres de Jackson, Katherine y Joe, estaban en el tribunal, junto con sus hermanos Jermaine, Janet, La Toya, Randy, Tito y Rebbie, mientras el doctor Murray lucía serio al ingresar a la sala.

Incluso antes de que empezara el juicio, algunos fans de Jackson afirmaron que Murray debería enfrentar una acusación más grave.

Tendría que haber sido acusado de asesinato en segundo grado, dijo Erin Jacobs, jefe de la organización Justice4mj. Diez de sus miembros se encontraban fuera de la corte vistiendo camisetas negras con el nombre de su grupo.

Se espera que el primer testigo llamado sea Kenny Ortega, el productor del espectáculo This Is It.

El panel que decidirá el destino de Murray incluye a seis jurados blancos, cinco hispanos y una afroestadunidense. En el grupo hay graduados de secundaria, algunos universitarios y uno con una maestría en negocios.

La mitad de ellos respondieron que sí cuando se les preguntó si han sido o son seguidores de Michael Jackson.

El juicio es televisado en vivo. Se prevé que se lleve al menos cuatro semanas antes de conocer un veredicto.