Jerusalén, 27 de septiembre. Israel aprobó hoy la construcción de mil 100 casas en Jerusalén este, acto que los palestinos calificaron de desaire a la propuesta del Cuarteto para Medio Oriente de reanudar las pláticas de paz. Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU) fustigaron por separado la medida de Tel Aviv.

Las nuevas viviendas se construirán en Gilo, un asentamiento urbano erigido por Israel en Jerusalén este, ocupada desde la guerra de 1967. Veinte por ciento de las nuevas edificaciones serán pequeños departamentos y también se construirán un centro comercial y edificios públicos.

El gobierno israelí dijo que un comité de planificación aprobó el proyecto y que las objeciones públicas a la propuesta podrían presentarse en una revisión de 60 días, y después comenzarán las obras.

Los líderes palestinos criticaron duramente la decisión de Israel y dijeron que se trata de una bofetada para los intentos de paz a escala internacional.

Saeb Erakat, principal negociador palestino, dijo que las nuevas viviendas suponen mil 100 no a la declaración del Cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, Unión Europea, la ONU y Rusia), que pretendía un acuerdo de paz para 2012, y urgió a Estados Unidos a cambiar su posición y apoyar la adhesión de Palestina a la ONU.

El Departamento de Estado dijo estar profundamente decepcionado con Israel y calificó la medida de contraproducente, al tiempo que Barack Obama destacó los vínculos indestructibles entre Washington y Tel Aviv en un periodo de incertidumbre, en un mensaje por el año nuevo judío.

Lynn Pascoe, secretario general adjunto para los Asuntos Políticos de la ONU, criticó la decisión de Israel, la cual es ilegal y contraria a los compromisos, dijo en referencia a la propuesta del cuarteto.

Relatores independientes de la ONU urgieron a Israel detener la demolición de viviendas de palestinos en Cisjordania y destacaron que desde enero pasado el gobierno derechista destruyó 387 edificios en los territorios ocupados de los cuales 140 eran viviendas, lo que provocó la huida de 755 palestinos más que en todo 2010.