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La guerra contra el crimen no será prioridad para Ebrard

El uso del Ejército debe ser excepcional; las fuerzas civiles, base de la seguridad, dice

El crecimiento económico y atender a los pobres, los temas más importantes, dice

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El jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, con Irene Mía, durante el foro La transformación desde abajo, organizado por The EconomistFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de octubre de 2011, p. 37

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, afirmó que de llegar a la presidencia de la República la prioridad de su gobierno no sería la guerra, sino el crecimiento económico y la atención a los más de 52 millones de pobres que hay en el país.

Entrevistado durante un foro organizado por The Economist, en Santa Fe, el mandatario capitalino señaló que es factible repetir en el país las políticas públicas que se han implementado en la capital en materia de desarrollo humano, como el programa Prepa Sí, por medio del cual se becó a toda una generación de jóvenes que cursan el bachillerato para que no abandonen sus estudios por falta de recursos. De llevarse a cabo a escala nacional, afirmó, no representaría una inversión superior a 18 mil millones de pesos.

Aseguró que la prioridad no puede ser la guerra, e indicó que sólo después de emprender varias acciones se podría empezar a tener una situación de paz, tranquilidad y crecimiento económico en el país.

Con relación a qué haría para combatir el crimen organizado, en particular al narcotráfico, y si mantendría la estrategia que lleva a cabo el actual gobierno federal, dijo que hay que tomar varias medidas; yo no comulgo con la filosofía de guerra, eso ya lo he dicho en varios foros; por qué es tan importante eso, es un adjetivo o qué. No, es una filosofía: si tú hablas de guerra, pues es guerra. La guerra es la eliminación del contrario y la suspensión de derechos.

Añadió que el eje principal de la seguridad pública, “deben ser las fuerzas civiles; hay que tener las policías de los estados, y el Ejército debe ser un recurso excepcional, no pensar en tenerlo apostado en las calles todo el tiempo. Sólo para cuando sea indispensable; yo creo que el Ejército no puede ni debe, ni es su función, sustituir a las policías; claro que cuando no hay policía pues no queda de otra, pero no es la función de las fuerzas armadas.

El Ejército no puede detener gente en la calle, no tiene autoridad para hacerlo ni tiene acceso a las averiguaciones previas. Hay fortalecer a la Procuraduría General de la República y a las procuradurías estatales, subrayó.

Lo que debería hacerse, consideró, es crear en las entidades federativas fuerzas policiales similares a las que tenemos en el DF; se necesita una policía en proporción con la población, que tenga un mando único a nivel estatal. Por poner un ejemplo, en la ciudad de México hay 16 delegaciones; si tuviéramos 16 policías que cada tres años se les cambia el mando, nuestra capacidad de reacción y prevención sería nula.

Rechazó que sea necesario reformar al artículo 27 constitucional para permitir inversiones extranjeras en Pemex. Agregó: yo creo que no va a haber consenso sobre eso; hemos visto esa discusión ya hace muchos años, y lo que necesitamos es hacer una empresa pública que funcione; hoy no está funcionando bien, y tomar decisiones en ese sentido.

Propuso que se revise la actual estructura fiscal, pues la distribución del ingreso nacional no es la idónea debido a la intervención de diversos intereses en la esfera política. Tenemos que hacer que la esfera pública no esté bajo el control de esos intereses, y abrir todos los sectores que podamos a la mayor competencia posible, aseguró.

Dijo que el problema es que la estructura fiscal en México no redistribuye el ingreso. ¿Cómo se explica eso?, regímenes especiales, sistema especiales de contribución, etcétera. ¿Cómo se han mantenido tanto tiempo? Por la influencia de muy diversos intereses en la esfera pública para tomar decisiones, pero lo mismo pasa con las elecciones y lo mismo puede pasar con telecomunicaciones y muchas otras cosas.