La economía de Cuba continúa en etapa de cambio, el cual incluye la compactación de los servicios de salud para hacerlos más eficientes y modificaciones a diversos procesos productivos que en el pasado afectaron el desarrollo de la isla.

Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, explicó que la desaparición del Ministerio del Azúcar (a cambio del fortalecimiento de la unión de empresas del sector) y el decreto que abre paso a la compraventa de automóviles particulares son evidencias de los planes importantes de actualización.

“De lo que se trata es de racionalizar. En el pasado se hicieron gastos en los sectores sociales que no estaban en correspondencia con las posibilidades de sostenimiento de la economía.

Racionalizar no significa derrumbar o retroceder en aspectos tan emblemáticos de la Revolución cubana como educación, salud y seguridad social, sino de aplicar una política más racional y eliminar ciertos excesos insostenibles, como tener una clínica de especialidades para 100 o 200 personas. Se trata de compactar servicios sin dejar desamparados, enfatizó Martínez.

Lo mismo se requiere para el sector educativo, para hacer coincidir el perfil de las carreras universitarias con las necesidades de la economía nacional. Nos faltan ingenieros, economistas y contadores, pero también muchos obreros calificados y técnicos medios, porque no es posible que en una sociedad todos sean universitarios, comentó el legislador.

Sin embargo, aclaró, ello no significa el abandono del socialismo, pero sí una nueva forma de entender el funcionamiento de la economía socialista.

Por un lado se ratifican la propiedad social y la planificación, pero con base en una forma distinta de gestionar estos factores, es decir, diversificación de las formas de propiedad, en la cual haya un espacio para la estatal y para la cooperativa, para trabajadores por cuenta propia e incluso pequeñas empresas privadas.

No queremos el desarrollo del capitalismo en Cuba; no se trata de abrir un proceso de concentración de la propiedad, sino de diversificarla, liberando a la economía estatal de actividades que no son decisivas.

De igual forma, continuará poniéndose énfasis en otros renglones y factores de captación de divisas, como el turismo.

A este sector tienen acceso extranjeros y cubanos que han salido de esta nación desde el triunfo de la Revolución y vuelven a casa para visitar a sus familiares.

Al cierre de este año, comentó, habrán visitado el país unos 400 mil cubanos, de un total de 2.7 millones de turistas.

Es una patraña de Estados Unidos que los cubanos se van porque sufren persecución política. Sería absurdo que vinieran de vacaciones al país donde supuestamente los persiguen políticamente, aseveró.

Entrevistado en el contexto del sexto Encuentro continental de solidaridad con Cuba, que concluirá hoy en la ciudad de México, dijo que la situación actual de la economía cubana es difícil, complicada, en un proceso de crisis global, aunque en su caso se suman varios factores: el bloqueo económico de Estados Unidos y la ineficiencia de la propia economía nacional.