Toluca, Méx., 10 de octubre. La Procuraduría General de Justicia del estado de México presentó este lunes a Mario Buenrostro Quiroz, líder de la banda de secuestradores Los Aboytes, y a su escolta, Francisco Alonso Navarro Ramírez, miembros de una agrupación criminal que se dedicaba a asesinar y enterrar en fosas clandestinas a sus víctimas.

La detención de Mario Buenrostro se logró mediante un operativo de agentes ministeriales del estado de México que durante tres meses trabajaron encubiertos en Michoacán.

De acuerdo con el procurador mexiquense, Alfredo Castillo Cervantes, el delincuente recibió el apoyo de Martín Rosales Magaña –capo del grupo delictivo La Familia Michoacana, detenido el pasado 4 de octubre en el sur del estado de México– para evadir la acción de la justicia.

El detenido fue juez cocnciliador

En conferencia de prensa, Castillo Cervantes dijo que a Buenrostro Quiroz se le vincula con más de 30 secuestros y asesinatos en la entidad, y encabezaba una célula de La Familia Michoacana que opera en los municipios mexiquenses de la zona de los volcanes.

Buenrostro Quiroz fue juez conciliador del municipio de Tlalmanalco, y operaba los secuestros junto con Rodolfo Aboytes López, ex responsable del área de Comunicación Social, así como con policías del mismo ayuntamiento. Sus actividades eran protegidas por el ex alcalde Raúl Sánchez Reyes. Todos ya se encuentran detenidos.

En sus primeras declaraciones ministeriales, que fueron difundidas en un video por la procuraduría, Buenrostro Quiroz señala que Jesús Méndez Vargas (detenido en junio pasado) y Martín Rosales Magaña encabezan al grupo de La Familia Michoacana, mientras Servando Gómez, alias La Tuta, lidera a Los Caballeros Templarios.