Debido a que el gobierno de México incumplió su ofrecimiento de reinsertarlos laboralmente y darles apoyo para que instalaran empresas, ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que aceptaron su liquidación presentaron una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En conferencia de prensa –en la que les dio su apoyo Manuel Espino, quien ahora encabeza la organización Volver a Empezar–, ese grupo de ex trabajadores indicó que la demanda presentada contra el gobierno mexicano es por violación de derechos humanos y laborales.

A nombre de los trabajadores jubilados y liquidados por LFC hablaron Alfredo Ríos Solís y Gabriel Aguilar Calvo.

Indicaron que el gobierno dice que la Comisión Federal de Electricidad ha contratado 13 mil trabajadores en los dos años transcurridos desde la extinción de LFC, pero sólo 3 mil fueron integrantes de la empresa cerrada.

De los otros 10 mil no se sabe su origen, lo cual significa que el gobierno y la CFE han preferido traer gente de fuera que cumplir con su compromiso de dar empleo a los ex trabajadores que aceptaron su liquidación.

Aguilar Calvo añadió que de las 68 empresas que dice el gobierno que se conformaron por electricistas, sólo ocho son del sector eléctrico, y en todo lo que va de este año únicamente les han querido otorgar dos contratos, por lo que han pasado meses sin laborar y, por tanto, sin recibir ingresos. Además, a la mayoría de los pocos contratados en CFE se les ubicó como linieros, independientemente del área que dominaban o en la que tenían experiencia.

Manuel Espino afirmó que da su apoyo a esos trabajadores porque el movimiento que encabeza respalda el sindicalismo libre, no el charril. En cuento a la elección presidencial de 2012, opinó que la cargada panista está tan debilucha que hay versiones en los corrillos de Acción Nacional de que el presidente Felipe Calderón podría apoyar a Marcelo Ebrard como candidato si hubiera una alianza de partidos.