Ciudad del Vaticano, 10 de octubre. Tras el despido de su fundador, Jesús Colina, todos los editores de la agencia católica de noticias Zenit presentaron este lunes su renuncia, dejando prácticamente sola a la Legión de Cristo, administradora del portal.

En un comunicado, los responsables de las versiones idiomáticas de la agencia Zenit argumentaron no estar de acuerdo con la decisión de los directivos legionarios de subrayar la dependencia institucional de ese proyecto respecto de la congregación.

“Después de años de fructífera colaboración con los legionarios de Cristo, no estamos de acuerdo con la decisión de subrayar la dependencia institucional de la agencia hacia la Legión.

La visión inicial de Zenit nunca fue hacer de ella un servicio a una congregación particular, sino a la Iglesia universal. Éste ha sido el espíritu con que hemos trabajado estos años, y no podemos traicionarlo, agregó.

Sin embargo, los directivos aún no han emitido comunicados oficiales para explicar la actual situación.

El 27 de septiembre pasado Jesús Colina informó a todos los trabajadores de Zenit que el superior de la Legión de Cristo en Italia, Óscar Nader, le pidió la renuncia luego de reclamarle que su trabajo impedía a la agencia reflejar su identidad legionaria.

Además, argumentó que su despido tuvo que ver con una falta de confianza mutua, debida al ocultamiento de los superiores de la Legión de los actos inmorales de su fundador, Marcial Maciel Degollado, así como a un problema de administración, ya que los religiosos no cumplieron su promesa de dar al sitio de Internet independencia financiera, como habían prometido en 2009.

Actualmente, los legionarios controlan el consejo de administración de Zenit, aunque en realidad la agencia es propiedad de una asociación sin fines de lucro (Innovative Media Inc), fundada en Nueva York.

Desde esa posición solicitaron la renuncia de Colina, forzando entonces la salida de los editores y de otros colaboradores.

La desbandada despertó preocupación en el Vaticano, donde se convocó a una reunión a puertas cerradas hace apenas unos días, pero no se llegó a acuerdo alguno.

Esto aceleró la salida de los editores.